Vitoria - El Deportivo Alavés ha alcanzado el esprint final de la temporada al frente del pelotón de la Liga Adelante, pero todavía le quedan diez jornadas para rematar este particular juego de las sillas en el que hasta ahora ha evidenciado una habilidad tremenda para encontrar asiento cada vez que se ha detenido la música. Uno a uno, casi todos sus competidores se han ido descabalgando con el paso de las jornadas hasta dejar reducido el número de aspirantes al ascenso prácticamente a la mínima expresión. Por lo menos, en lo que se refiere a los equipos que optan a desterrar al conjunto vitoriano, que es el que más ventaja tiene con respecto a sus perseguidores directos. Dos plazas que llevan automáticamente a Primera División y las únicas amenazas reales, salvo catástrofes o grandes sorpresas que no se antojan previsibles, de Leganés o Nàstic. Y la conjunción copulativa que ha de usarse en este caso es o y no y porque, cabe recordar, son los dos primeros los puestos que dan el ascenso. Que madrileños o tarraconenses acaben superando a los albiazules no es problema siempre que no lo acaben haciendo los dos al mismo tiempo. Por detrás, los siete puntos de ventaja -y gol average- con el Oviedo han de ser margen de seguridad más que sobrado para los intereses de un Glorioso que tendrá que seguir mostrando su habilidad en el juego de las sillas de Segunda División.
La semana está siendo de cuentas de la lechera y castillos en el aire y dentro de esas cábalas que maneja el alavesismo la cifra de los quince puntos destaca por encima de todas. Con sumar la mitad de los treinta puntos que se van a poner en juego en las diez últimas jornadas, todo hace indicar que las opciones de ascenso directo serían elevadísimas. Es evidente que no dejan de ser suposiciones, pero si el cuadro albiazul fuese capaz de alcanzar los 71 puntos situaría a sus dos inmediatos perseguidores en una situación complicada para superarle. Y, de paso, finiquitaría las opciones de los que vienen por detrás. Sin ir más lejos, en esa tesitura el Oviedo necesitaría la friolera de 23 puntos.
Esos quince puntos son tomados como referencia para el tramo final en las diez jornadas que quedan por delante. Un logro que obligaría a Leganés y Nàstic, al mismo tiempo, a conseguir un mínimo de 17 y 19 puntos, respectivamente, en lo que queda de temporada. Cifras que no son estratosféricas, pero que tampoco resultan fácilmente asumibles.
Por poner un ejemplo de la dificultad de ese objetivo, el cuadro tarraconense acumula doce jornadas consecutivas sin perder en las que ha sumado 22 puntos. Esa media, de mantenerse, no le daría para alcanzar los 19 puntos en las diez jornadas restantes. Y, dentro de esta buena racha, los catalanes tienen en 18 puntos el tope en diez partidos. En el caso de los madrileños sí que han tenido rachas mejores que esos teóricos 17 puntos, pero tampoco parece sencillo que vuelvan a ponerse en plan inabordable.
El alavesismo tiene ya perfectamente memorizado el calendario que le queda por delante a su equipo, pero tampoco está de más echar un vistazo a lo que les queda por delante a los dos rivales directos. Y se puede afirmar que ninguno de ellos lo tendrá fácil.
El Leganés tiene un calendario que será, en gran parte, el que tenga que afrontar el Alavés en el tramo final de su temporada. Valladolid (local), Alcorcón (visitante), Ponferradina (local), Athletic (visitante), Numancia (local), Nàstic (visitante), Huesca (local), Oviedo (visitante), Llagostera (local) y Mirandés (visitante). Paridad de duelos ante equipos que pelea por la zona noble y aquellos que aspiran a escapar del descenso, aunque esa tesitura actual puede variar con el correr del calendario. En la primera vuelta, los madrileños consiguieron 21 puntos en este tramo de competición, una fase en la que el mejor fue el grupo de José Bordalás con 22 puntos.
Bastante más duro se antoja el calendario de un Nàstic que afronta ahora el que fue el comienzo de cada vuelta para el Alavés, un tramo de diez partidos en los que los tarraconenses firmaron 17 puntos en el primer giro al calendario. Huesca (visitante), Oviedo (local), Llagostera (visitante), Mirandés (local), Almería (visitante), Leganés (local), Zaragoza (visitante), Osasuna (local), Lugo (visitante) y el duelo final con El Glorioso (local). Siete partidos ante equipos que pelean por el ascenso y el play off y otros tres ante conjuntos que tratan de evitar caer a Segunda B.