vitoria - Con la ropa de faena aún fresca y las zapatillas embarradas por el estado que ayer presentaba el césped de Mendizorroza compareció Bordalás en sala de prensa para valorar el punto conseguido, o perdido, según se mire, tras los 90 minutos ante el Zaragoza del exalbiazul Carreras, que en su versión más corta de lo acontecido fue claro: “Me sabe a poco el empate”. Una interpretación que minutos después no compartió su colega del Alavés, que terminó “enojado” por el escaso rédito conseguido tras el trabajo de sus muchachos. “La sensación es que podíamos haber ganado, sobre todo tras el descanso. En el primer tiempo hemos sido superiores pero en la segunda nos ha faltado juego y claridad para generar las ocasiones de gol”, lamentó el alicantino. A pesar de jugar durante todo el segundo tiempo con uno más desde la expulsión de Culio al filo del descanso, el Alavés se mostró incapaz de aprovechar tal superioridad, lo que en parte se pudo explicarse por el rigor técnico que puso en liza Lluis Carreras pero también por la falta de ideas en el técnico local, que en esta ocasión no ocultó esta realidad. “Tras la expulsión han estado muy serios, ordenados y juntos, y no hemos encontrado ese último pase ni los espacios para generar ocasiones”, reconoció el alicantino, mucho más sosegado, por cierto, que en sus últimas comparecencias dominicales. “¿Y por qué esa falta de acierto en el último pase?”, le interpeló un periodista.”Porque es lo que tenemos”, zanjó Bordalás conrotundidad, añadiendo al respecto: “El rival también ha tenido su mérito hoy y el campo, que estaba muy pesado por toda el agua, nos ha perjudicado un poco porque nos ha obligado a dar pases muy cortos de seguridad y así era difícil sacar provecho de la superioridad”.

sin revulsivos La entrada de Sergio Llamas y Manu Barreiro mediada la segunda parte por Beobide y Juli, respectivamente, tampoco alteraron el rumbo del partido, que siguió por los mismos derroteros para el Glorioso. Peloteo en tierra de nadie, escasa profundidad y escasas ocasiones de gol. “Nos ha faltado interpretar mejor el partido, esa es la verdad, lo hemos intentado pero no hemos dado con el último pase. El chico Llamas también lo ha intentado, pero no hemos sido capaces”, insistió el técnico del Alavés, que apostilló a renglón seguido la poca efectividad, por no decir, ínfima, de su equipo en cuanto a las jugadas a balón parado. “Tampoco hoy hemos sacado provecho de la estrategia y me preocupa que estemos creando tan poco peligro; sin duda es una de nuestras asignaturas pendientes”. Apuró Bordalás su comparecencia remarcando que no terminó ayer decepcionado tras el partido sino “enojado” por lo que podía haber sido, que fue un triunfo del ‘Glorioso’ ante un Zaragoza en racha. “Igual si hubiésemos jugado contra once todo habría sido distinto, pero nunca se sabe. Las expulsiones a veces te benefician y otras, lo contrario”. Donde no hubo ninguna duda es en la escasa pegada ofensiva que tiene el equipo -un gol en los últimos cuatro partidos- y que el propio técnico no oculto. “No somos un equipo con mucho gol ni tenemos un jugador de quince o veinte goles por temporada, por eso tratamos de rentabilizar los que metemos al máximo, como hasta ahora”, finalizó el preparador albiazul, ayer, como se decía, visiblemente más pausado que como acostumbra.