Vitoria - Un antiguo integrante del Deportivo Alavés se ha convertido desgraciadamente en los últimos días en triste protagonista de un suceso que nada tiene que ver con su faceta de futbolista. Se trata del defensa argentino Diego Trotta, que militó en la escuadra albiazul en la temporada 2003-04 a las órdenes de Pepe Mel y también jugó en la Liga española en Las Palmas, Elche o Albacete. El jugador, que el próximo mes de diciembre cumplirá 36 años, apuraba sus últimos coletazos en activo en el Bella Vista, modesto club del sur de la provincia de Buenos Aires. Algo que puede considerarse habitual y nada noticioso sino fuera por que este retiro dorado se ha visto salpicado por un incidente de violencia de género.
Y es que el pasado día 16 Trotta fue grabado por una cámara de seguridad agrediendo en plena calle a su expareja. En el vídeo puede apreciarse con claridad cómo el futbolista espera a que la víctima salga de su lugar de trabajo y, cuando lo hace, se dirige a la carrera hacia ella, la tira al suelo, la arrastra por el pelo y la golpea en la espalda. Una dramática escena que sólo concluye cuando varios agentes de policia se personan en el lugar de los hechos y proceden a la detención del exalbiazul.
El hecho ha trascendido en las últimas horas y ha tenido como primera consecuencia el despido fulminante del jugador por parte del Bella Vista. Al margen de ello, el futbolista tendrá que responder ante la justicia por los cargos que se le imputan como consecuencia de la evidente agresión que se puede apreciar en las imágenes que fueron captadas por las cámaras de seguridad del Sistema de Prevención y Vigilancia (Siprevi) de la Municipalidad de Bahía Blanca.
Este penoso suceso viene a poner un triste colofón a la trayectoria deportiva de un defensa central que siempre destacó por su contundencia y solvencia sobre el terreno de juego pero que ahora se ha visto implicado en un caso de violencia de género que, probablemente, tendrá importantes consecuencias para él. Al menos, su expareja no presentó daños de gravedad y no precisó de asistencia médica importante, ya que la rápida llegada de los efectivor policiales evitó que la agresión alcanzara niveles de todavía mayor gravedad.