Huelva - El Deportivo Alavés evidenció ayer en Huelva que es mucho más equipo de lo que dicen sus pobres números. Por mucha alegría que se diese ayer el cuadro vitoriano, las cifras reflejan que todavía se encuentra en zona de descenso. Y la razón de que se halle tan abajo y no mucho más arriba es esa catarata de errores calamitosos que han servido en bandeja goles y más goles a la mayoría de los oponentes que este equipo se ha encontrado por el camino. Cuando esos fallos inconcebibles desaparecen, este Glorioso ya ha demostrado en varias ocasiones que no es menos que nadie, que su fútbol es de muchos quilates y que puede plantar cara a cualquiera. Cuando el error desaparece de la ecuación, son tan grandes las virtudes que es difícil que en las ocasiones que se generan no se consigan resolver de manera favorable los partidos. Y así se hizo ayer ante el Recreativo. Atando todo a la perfección atrás y aprovechando a la perfección un par de las muchas oportunidades de las que disfrutó un equipo que volvió a demostrar que es brillante cuando no entorpece su propio trabajo con errores impropios.

El Alavés recuperó su mejor versión, la que se sustenta en una solidez defensiva que no es para nada habitual. Los problemas de este equipo atrás han sido notorios a lo largo de todo el curso, pero en las últimas jornadas el problema ya no era el qué, era el cómo. Una cosa es encajar goles por acciones de calidad de los oponentes. Otra bien distinta es, directamente, regalar los tantos en despistes, fallos de concentración o errores garrafales. Un lastre excesivamente pesado para un equipo que veía casi siempre eclipsadas sus no pocas virtudes por estos desmanes inexplicables.

Ayer los nervios fueron episodios aislados. Y las concesiones, mínimas. Algunas indecisiones de Crespo fueron las que generaron mayores dudas, pero el cántabro también dejó un par de intervenciones decisivas. Con la zaga perfectamente asentada y un centro del campo que se dejó el alma cerrando espacios, la labor de destrucción dinamitó el juego del Recreativo.

Una vez aparcadas las concesiones, del centro del campo hacia adelante el Alavés volvió a exhibir esa versión matadora que le ha acompañado durante todo el año. Su capacidad para generar acciones de peligro y de conseguir goles es prácticamente inigualable en la categoría -segundo mejor realizador de Segunda- y cuando se consigue no padecer en exceso atrás esta faceta resulta determinante. Ahora solo falta dar continuidad al sensacional trabajo de ayer y que la solidez defensiva sea el trampolín que propulse al Alavés a la salvación. - DNA

Calendario. El Alavés ha solicitado a la Liga de Fútbol Profesional que el partido contra el Deportivo no se juegue el domingo 11 de mayo por la mañana (Canal Plus, 12.00 horas) para evitar que coincida con la celebración del Maratón Martín Fiz.