Vitoria. Un cambio dentro del propio sistema que da continuidad al proyecto emprendido hace poco más de dos años y que ha de ser el punto final a una de las etapas más oscuras en la historia del Deportivo Alavés. Un nuevo inquilino para "la butaca número 7 del palco presidencial de Mendizorroza" -como se encargó de denominar el puesto el anterior usuario de dicho asiento-, pero con el mismo guión de antes. Si para su desembarco en la entidad del Paseo de Cervantes Josean Querejeta confió en Avelino Fernández de Quincoces como apagafuegos de los muchos frentes abiertos que existían en el club, ahora que la peor parte de la crisis está resuelta y solo queda estabilizar definitivamente la situación tanto en lo económico como en lo deportivo es Alfonso Fernández de Trocóniz el designado para llevar los mandos de El Glorioso. De una vieja amistad de años a una relación de confianza reciente, pero, en todo caso, una misma línea de trabajo al frente de la cual, presidentes al margen, continúa estando la misma persona. La principal novedad en la escenificación del relevo que se llevó a cabo ayer en Mendizorroza la supuso la entrada en la directiva de Manu Mendi, director financiero del Grupo Baskonia, persona de confianza de Querejeta casi desde sus inicios como mandatario en el club de baloncesto y, desde ahora, consejero y secretario del consejo de administración del Alavés, un puesto, el segundo, en el que toma el relevo al nuevo presidente, que de la misma manera deja a un lado sus labores como abogado de la entidad alavesista.
El cambio en el sillón presidencial que se produjo la semana pasada y se escenificó ayer supone el punto final a la particular fecha de caducidad que se había marcado Fernández de Quincoces. "Le comuniqué a Josean mi decisión después de la eliminación de la Euroliga -tras el cuarto partido de cuartos de final, ante el CSKA, el pasado 19 de abril-, fue una noche dura, no sé si era el momento, pero así hemos hecho muchas cosas", explicó el ya expresidente. Fue entonces cuando el máximo mandatario comenzó a dar forma al proceso sucesorio, para el que designó a una figura que se ha ganado su confianza en los dos años que llevan trabajando de la mano en la casa alavesista.
Fernández de Quincoces define el momento en el que ha llegado el cambio como "un tiempo nuevo para el Alavés" en el que ya no se sentía "útil" a la hora de aportar una experiencia que en su momento fue vital cuando "la entidad estaba en derribo" y que ha servido para "encarrilar la recuperación" del club en base a "una gran transformación en apenas dos años gracias a la experiencia del gestión del Baskonia".
"Fui un presidente de transición, de momento de choque porque había que revertir la situación. Una vez enderezada, entendí que tenía que dejar paso a una persona del perfil que necesita el Alavés una vez abandonado el lugar donde no tenía que estar. Para una nueva ambición se necesita tener a los mejores y estoy seguro que Alfonso será recordado como el mejor presidente de la historia contemporánea del club. Es un tiempo nuevo y yo no tenía ni capacidad ni ambición para este proyecto, que está encaminado hacia la recuperación de un gran equipo", señaló el ya expresidente alavesista.
experiencia en la dirección Quien le releva en el cargo, un alavesista de los de toda la vida, tiene ante sí el reto de conseguir la estabilidad económica y deportiva de un club que ya ha pasado los peores momentos de la crisis pero al que aún le queda trabajo por delante. Por un lado, cerrar definitivamente los pagos del concurso de acreedores que aún tiene dos abonos pendientes y que quedará saldado a finales de 2014. Por otro, asentar al equipo en la Liga de Fútbol Profesional. El primer punto va directamente asociado al segundo, así que la permanencia en la Liga Adelante al final del presente curso se presenta como un punto trascendental para seguir reforzando los cimientos del club vitoriano.
"Es un reto que supera aspectos meramente profesionales y entra en el campo de las emociones, ya que desde los cuatro años he sido abonado del Alavés, he visitado campos desde Abetxuko hasta el Westfalenstadion de Dortmund y hace dos años Josean y Avelino me abrieron el camino para estar en el club y ahora ser presidente. Hay que dar continuidad a la gestión que se ha realizado durante los dos últimos años. Hay que rematar esa estabilidad económica y deportiva que inicialmente hemos conocido. Desde el 24 de junio de 2011 solo se habla de fútbol y ese es el objetivo que debemos seguir teniendo presente", señaló Fernández de Trocóniz.
El nuevo presidente, a quien la posición no le pilla sin experiencia ya que ha sido el representante alavesista en la Federación y en la LFP además de ejercer como embajador en muchos desplazamientos, recibe en herencia un club que ya ha abandonado la unidad de cuidados intensivos y que aparentemente está sano, pero al que aún le quedan etapas por delante para recibir el alta definitiva. "A fecha actual, el Alavés no está salvado total y definitivamente. Nos encontramos ante una temporada difícil y crucial, tanto en el aspecto deportivo como en el económico", aseguró.
La prioridad en lo deportivo es asegurar la permanencia en un curso que se presenta bastante complicado por el hecho de regresar a una categoría en la que el club no competía desde hacía cuatro años, un regreso a la Segunda División que viene asociado a importantes desembolsos económicos -canon para inscribirse y devolución del dinero adelantado en 2007 por los derechos televisivos- que vienen a unirse al obligado pago del penúltimo plazo del convenio con los acreedores, lo que supone una merma importante dentro del presupuesto de la entidad. Un reto que el nuevo presidente habrá de cumplir.