Vitoria. Dentro del mediático mundo del fútbol actual, los entrenadores adquieren cada vez un papel más relevante como exponentes de sus respectivos conjuntos. Así, el Real Madrid de los últimos años no podría entenderse sin la influencia de la figura de Jose Mourinho y tres cuartos de lo mismo podría decirse del Barcelona y Pep Guardiola, por citar únicamente los ejemplos más significativos. Pues bien, sin llegar lógicamente a los niveles de estas dos vedettes de la Liga de las estrellas, el banquillo del Deportivo Alavés también reúne importantes dosis de exigencia. Su inquilino en la actual temporada ha respondido a ella con suficiencia -únicamente le resta conquistar el ansiado ascenso para hacerse acreedor a la matrícula de honor- y ha conseguido trasladar su particular sello al equipo, haciendo del Glorioso un bloque perfectamente reconocible por unas señas de identidad muy concretas. Algunos de los que han sido sus adversarios al frente de escuadras encuadradas en el Grupo II las desmenuzan para DNA.

Una de las revelaciones del campeonato ha sido el Tudelano. Al frente del mismo, se encuentra Txema Lumbreras, que tiene muy clara la mejor aportación del entrenador vitoriano. "Ha conseguido dotar al equipo de una solidez enorme. Lo tiene muy trabajado y siempre es muy práctico. Es un bloque muy armado", detalla.

En parecidos términos se expresa también Imanol Idiakez, que ha estado a los mandos del Real Unión. "Lo más destacado para mí es la regularidad y la solidez que ha conseguido. Ha puesto un ritmo de crucero desde prácticamente la primera jornada y no lo ha bajado en ningún momento", alaba. El exjugador guipuzcoano habla, además, con especial conocimiento de causa. "Yo le tuve de entrenador en mi etapa como jugador del Reus y sé que trabaja al máximo todos los equipos, los prepara mucho a nivel organizativo y este Alavés es un ejemplo perfecto de ello", destaca. A su juicio, una de las claves de este Glorioso es que, sea cual sea su momento de juego y las circunstancias que le rodean, "compite siempre". Ello se debe, entre otras cosas, a que Natxo ha conseguido que los jugadores "tengan las ideas muy claras y las lleven a la práctica hasta el final".

El histórico exjugador riojano Agustín Tato Abadía, ahora a los mandos del S.D. Logroñés, aporta una nueva cualidad al repertorio de virtudes que ha aportado González al Deportivo Alavés. "Ha transmitido al grupo mucha paciencia para trabajar los partidos poco a poco. Sabe madurarlos sin prisas hasta conseguir el objetivo y no se desespera si tarda en lograrlo. A medida que los va trabajando logra desequilibrarlos", explica.

El antiguo centrocampista coincide también con sus colegas a la hora de alabar la solidez de la escuadra de Mendizorroza. "Es un equipo muy rocoso. Del centro del campo para atrás marca claramente la diferencia. No es que los de adelante no trabajen, que lo hacen y mucho, pero la verdadera fuerza viene desde su seguridad en la destrucción". Además de todo ello, Abadía incide en la capacidad de Natxo para saber trasladar su mensaje al vestuario. "Es un entrenador con un bagaje bastante importante en la categoría y sabe perfectamente dónde ha ido y lo que se está jugando. Tenía muy claro desde el principio cuál era el objetivo y ha logrado que todos le sigan", pondera.

No menos elogioso en su valoración es Pepe Calvo, preparador hasta hace poco más de dos meses del U.D. Logroñés. "Lo que más destaca es el trabajo en equipo por encima de las individualidades, que las tiene y también las sabe aprovechar pero el Alavés de Natxo en un bloque en toda su expresión", valora. Para el que fuera entenador del Palencia, una de las cualidades que el técnico albiazul ha trasladado a su equipo puede ser de gran ayuda en el inminente play off. "Siempre están concentrados al máximo y eso es fundamental en una fase de ascenso como esta, porque el más mínimo despiste te puede dejar fuera", advierte.

El máximo responsable de Osasuna B, Miguel Merino, por su parte, añade una nueva virtud al catálogo del Glorioso. "Al margen de que es un bloque muy sólido en general destaca por que siempre intenta jugar al fútbol y tratar bien la pelota, tanto en casa como fuera". Dentro de la labor de gestión del vestuario, el técnico del filial rojillo apunta un dato interesante. "No dispone de una plantilla especialmente amplia, más bien al revés, pero ha conseguido trabajarla al máximo y usar a varios jugadores muy polivalentes en diferentes posiciones, lo que le permite manejar varias alternativas a lo largo de los partidos", argumenta.

En esta misma línea, Merino no duda en alabar la fuerza mental que el preparador vitoriano ha trasladado a su plantel. "Son tremendamente sólidos de cabezas y les ha preparado para sacar adelante los partidos complicados en los momentos importantes de la temporada, como se comprobó en San Mamés", ensalza. Por último, se atreve a apuntar un pequeño pero. "Se le pueden objetar muy pocas cosas pero a veces el hecho de que los laterales suban tanto le genera cierta debilidad defensiva".