vitoria. Cada mañana en África una gacela se despierta. Sabe que tiene que correr más rápido que el león más veloz para no morir ese día. Pero cada mañana también se despierta un león que sabe que tiene que correr más rápido que la gacela más lenta para no morir de hambre. Así reza una de las microfábulas motivacionales más utilizadas desde hace años en todo tipo de foros cuya moraleja viene a decir que "no importa si eres el león o la gacela, cada día cuando salga el sol ¡corre!". Un proverbio éste que cuadra a la perfección con la situación en la que se encuentran en este apasionante epílogo de temporada Deportivo Alavés y Eibar, primero y segundo respectivamente separados únicamente por dos puntos. Los albiazules se han transformado en gacelas mientras que los armeros se han vestido la piel de león pero ambos deben emplearse al máximo de sus posibilidades en las tres jornadas que restan si desean conservar la vida. O, lo que es lo mismo en este caso, el primer puesto de la clasificación.

Lo cierto es que tanto unos como otros saben que no pueden permitirse el más mínimo descuido y están dispuestos a defender su objetivo con uñas y dientes hasta el último aliento. Al igual que en la real lucha por la supervivencia en el mundo animal, únicamente puede quedar uno para despertarse al día siguiente disputando las eliminatorias de ascenso directo entre los cuatro campeones de grupo de Segunda B.

Tras todo un curso explotando sus cualidades de resistencia para mantenerse al frente de la clasificación, al conjunto de Natxo González le toca ahora mutar en velocista para poder escapar de las garras de un perseguidor que ya ha dado sobradas muestras de su persistencia y una insaciable voracidad. Para hacerlo todavía más peligroso, resulta que es perro viejo en estas lides.

Y es que el Eibar es uno de esos cazadores que siempre está ahí. Puede parecer por momentos que pierde el interés y de despista pero se trata sólo de un ardid para tratar de que su pieza se relaje. Así, durante varias fases de la temporada, la escuadra armera estuvo descolgada de la lucha por la cabeza de la tabla y en aparente crisis. Pero, a la hora de la verdad, está dispuesta a asestar un zarpazo mortal de necesidad. Para ello, el plantel que dirige el exalbiazul Gaizka Garitano no ha dudado en romper todo tipo de marcas. De momento, acumula ya nada menos que ocho victorias consecutivas, lo que le ha servido para igualar el récord de la presente temporada en la categoría, que estaba en poder de Alcoyano y Nàstic de Tarragona. Gran parte de esos triunfos, además, han llegado como consecuencia de remontadas -algunas increíbles como la que dio inicio a la serie, casi en el descuento contra el Noja, o la del pasado domingo ante el Amorebieta, en apenas un minuto-, lo que habla bien a las claras de la confianza que tiene en sus posibilidades.

Algo en lo que sin duda tiene una notable influencia el hecho de que sea un consumado experto en estas lides. Porque en la campaña 2010-11 ya protagonizó otro final de Liga espectacular -cuatro victorias y un empate- para recuperarle cinco puntos en las cinco últimas jornadas al entonces líder Mirandés y proclamarse líder con uno de ventaja. Ahora, la gesta puede ser todavía mayor teniendo en cuenta la racha abierta que arrastra.

Por delante, le queda una complicada visita a Lleida -el cuadro catalán perdió el pasado fin de semana por primera vez en la segunda vuelta y necesita el triunfo para seguir aspirando al cuarto puesto-, recibir a la Gimnástica de Torrelavega y despedir el curso en Santander ante el Racing B. El Alavés, por su parte, juega este sábado en San Mamés ante el tercero en discordia, recibe al Tudelano y pondrá el punto final al curso en Estella. De cuál de los dos corra más dependerá que sea la gacela o el león quien vea amanecer el día siguiente.