Vitoria. Desde el pasado mes de octubre viene Luismi Gracia arrastrando molestias en el gemelo de su pierna derecha y tras múltiples exámenes médicos por parte de diversos especialistas, la próxima semana pasará por el quirófano una vez que ya se han hallado las causas de esos dolores que iban y venían sin razón aparente y que en un primer momento se pensaba que estaba originados por unos quistes en la parte posterior de la rodilla. Sin embargo, los últimos análisis han servido para comprobar que el cacereño sufre en dicha zona un síndrome compartimental, el estrangulamiento del tejido muscular, nervios y vasos sanguíneos provocado por el hecho de que la fascia que los rodea no se extiende correctamente, generando una subida de presión que puede tener consecuencias graves para los músculos.

"Se ha llegado a la conclusión de que es un síndrome compartimental sin que haya una causa claramente conocida. Las distintas pruebas nos han permitido descartar procesos vasculares graves. Se le va a intervenir de un síndrome compartimental posterior que afecta al tríceps sural (sóleo y gemelos interno y externo), al tibial anterior y a los músculos peroneos. Están englobados en tres compartimentos y lo que se va a hacer es intentar liberarlos para que desaparezcan las molestias en la parte posterolateral externa de la pierna derecha", explicaba el doctor Alberto Fernández.

El proceso ha sido extremadamente largo y el club ha tenido que recurrir a diversos especialistas para, poco a poco, ir descartando causas de la una dolencia que podría haber acabado siendo muy grave para el futbolista de no haberse tratado adecuadamente: "Había que saber cuál es la causa del síndrome compartimental y, por desgracia, pueden ser muchas diferentes. Si hubiésemos hecho una intervención a ciegas nos podríamos haber encontrado que al cabo de un mes no hubiésemos solucionado el problema. Lo que más ha costado ha sido descartar los problemas graves y ya os puedo decir que no ha sido fácil".

El galeno alavesista determinó que el período de convalecencia estará entre uno o dos meses, pero a ciencia cierta tampoco se pueden fijar fechas hasta que los especialistas desarrollen su trabajo en el quirófano. "En un principio, el plazo está estimado, aunque puede ser muy variable de unas personas a otras, en entre uno y dos meses. Si todo va bien podría estar en un mes, pero lo más probable es que sean dos meses, aunque habrá que esperar a ver qué se encuentran los especialistas cuando le intervengan porque dentro de la propia intervención se verá si hay alguna otra cosa y eso determinará el plazo de recuperación", indicó.

En esta tesitura, y teniendo en cuenta que casi con total probabilidad se le operará la semana que viene, Luismi se perderá completo el mes de competición de marzo y, en la mejor previsión, estaría recuperado para mediados o finales de abril, poniéndose ya en mayo en el peor de los casos.