Vitoria. Más allá de números, de preguntas, de discusiones, de debates y de votaciones, la junta general de accionistas del Deportivo Alavés estuvo ayer marcada por la relevante ausencias de los representantes de Zaynsa, Francisco Javier y Fernando Ortiz de Zárate, a la sazón vicepresidente y consejero de la entidad del Paseo de Cervantes y componentes de un consejo de administración que ayer se quedó cojo en el Palacio Europa, lo que sirvió para evidenciar la fractura existente desde hace meses en esa directiva y que ahora ha saltado al ruedo público. Justo cuando el presidente, Avelino Fernández de Quincoces, hacía un discurso abierto e integrador para que todo el alavesismo reme en el futuro en una misma dirección, choca sobremanera la ausencia en el principal acto institucional del año de los dos directivos que a título personal cuentan con una mayor inversión en el club.

"Más que pena o lástima, me parece que no es una decisión inteligente. Tiempos pasados demuestran que los disensos suponen el más grave de los problemas del Alavés, mientras que el tiempo de acuerdo implica que el club siempre crece. Así las cosas, vamos a ser inteligentes y yo no quiero que esto se convierta en un dime y un direte, un aquí estoy yo y ahí estás tú. Es como si el delantero se enfada con el portero y le mete un gol en propia puerta. Esto casi nunca es bueno y tenemos que ser inteligentes porque tenemos algo muy importante entre manos. Apelo a la inteligencia puesta al servicio del Alavés y de lo que hemos requerido la sociedad alavesa para reflotar y sanear el club", expresó el presidente, que no quiso entrar a valorar los motivos que llevaron a dichos componentes del consejo de administración a ausentarse.

Las discrepancias existentes entre los dos sectores que componen la directiva, la familia Ortiz de Zárate y los integrantes de Avtibask comandados por la figura de Josean Querejeta, no son ninguna novedad, aunque hasta la fecha no habían sido aireados públicamente con tanta evidencia como ayer. Episodios vividos a nivel interno -e, incluso, en el palco de Mendizorroza- hablan bien a las claras de los diferentes criterios existentes en cada una de las dos partes que componen esta directiva, donde la voz del máximo mandatario de Saski Baskonia prevalece por encima del resto sin tener en cuenta inversiones monetarias ni propiedad de acciones. Para muestra, un botón: la operación que condujo a Josean Querejeta a hacerse con las acciones que eran propiedad de Alfredo Ruiz de Gauna y con las que se aseguraba el control de la mayoría accionarial del club sin necesitar del apoyo de alrededor de ese 30% de capital social controlado por la familia Ortiz de Zárate, hasta esa fecha propietaria del paquete mayoritario y que se había mostrado muy poco cómoda con el estilo de gestión personalista aplicado por el máximo representante de Saski Baskonia, en última instancia encargado también de la toma de todas las decisiones en la entidad del Paseo de Cervantes.

"La vida dentro de un club de fútbol nunca ha sido fácil porque se mueve muchos intereses y hay muchas formas de ver las cosas, pero tenemos que ser capaces de que toda esa diversidad sirva para enriquecer el club y no que se convierta en una dificultad para la propia entidad", expresó Fernández de Quincoces, haciendo un llamamiento para que las aguas en el seno del consejo de administración regresen a la calma.

futuro aún difícil En el plano meramente concerniente a la junta general, los cuatro puntos del día (cuentas del pasado ejercicio, presupuesto para el presente y utilización de la web del club para anuncios institucionales) fueron aceptados con mayorías que rondaron siempre el 99% de las acciones presentes, que fueron un total de 37.216, lo que supone el 52,7% del capital social de la entidad. La presencia de los representantes de Avtibask (el propio Fernández de Quincoces, Luis Querejeta, Santiago Martínez de Arenaza y Rafael Pedreira) aseguraba de antemano la aprobación de todas las propuestas, aunque no faltó el tradicional espacio para las dudas planteadas por los pequeños accionistas, siempre tremendamente activos en este tipo de comparecencias y que hicieron especial relevancia en el disgusto causado por la absorción de la Fundación Deportivo Alavés, ahora dentro de la Fundación 5+11.

En el aspecto económico, desde la presidencia y el sector contable, representado por Manu Mendi, se hizo especial incidencia en la contención de gasto aplicada -a pesar de las desviaciones negativas existentes en varios apartados- en busca de beneficios al final de cada ejercicio que sirvan para seguir haciendo frente a los pagos pendientes del concurso de acreedores, el principal quebradero de cabeza de un club que tendrá que vivir durante dos años más supeditado al mismo antes de ver el cielo abierto y tener que hacer solo frente a las obligaciones de pago del día a día.

"Vamos a ser capaces de hacer frente a nuestras obligaciones, pero no hemos llegado al momento final de la salvación del Alavés. El día que cerremos el convenio y el club pueda centrarse en una gestión propia al margen de situaciones anteriores que han dejado un presente bastante complicado, en ese momento podremos tener un camino expedito sin la losa del convenio. La senda es la adecuada y los números la vienen a ratificar, pero no está todo hecho", aseveró el presidente.

A ese futuro a corto plazo quiso referirse Fernández de Quincoces a la hora de señalar que El Glorioso tiene ante sí la oportunidad de ser, en no mucho tiempo, un club completamente saneado, con unas cuentas equilibradas entre ingresos y gastos, lo que supondría una enorme ventaja con respecto. Para conseguirlo, el presidente marcó la lealtad con las instituciones como una prioridad innegociable.

"Si queremos que el Alavés sea la primera entidad deportiva en el territorio, las relaciones con las instituciones tienen que ser de total lealtad, afrontando el pago de nuestros compromisos. El respeto a las administraciones es clave y no puede ser que los clubes reciban de las instituciones y al mismo tiempo les adeuden dinero. En eso ya estamos al día", aseguró.