Vitoria. Junto a Dmitry Piterman y su esposa, Milanendra Vikramsingh, conforma la terna de personas que aparecen como culpables en la sentencia del juzgado de lo Mercantil número 1 de Vitoria que, cinco años después de su apertura, cerró el pasado martes el concurso de acreedores del Deportivo Alavés determinando que ellos tres, como administradores de la sociedad y por las graves irregularidades cometidas en la misma, fueron los completos y únicos responsables del inmenso agujero económico que aún hoy en día lastra gravísimamente el caminar del Glorioso. Sin embargo, mientras que el matrimonio ucranio-estadounidense hace tiempo que hizo las maletas para desaparecer y refugiarse de las posibles consecuencias de sus actos delictivos en el paraíso de Estados Unidos, Pepe Nereo continúa residiendo en España.
El que fuera vicepresidente albiazul, no obstante, no comparte ni mucho menos la argumentación de la jueza encargada del caso e insiste en proclamar su inocencia. En conversación mantenida ayer con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el segundo de a bordo de Piterman durante el tiempo que éste presidió el Deportivo Alavés reiteró su absoluto desconocimiento de las actuaciones del ucraniano y le señaló a él como único culpable de las irregularidades que se produjeron durante ese trienio negro.
"Estoy tranquilo porque nada he hecho y tengo la conciencia tranquila de saber que soy inocente", arranca su discurso el cántabro. En cualquier caso, rápidamente aclara que todavía no ha recibido la sentencia, por lo que desea esperar a poder estudiarla a fondo antes de abordar con más detalle el contenido de la misma. "Sé que se ha producido y que es condenatoria pero aún no me la han remitido y por lo tanto no he podido leerla para saber en qué se basa. De todas formas, por lo que me han comentado, hay varias cosas que me sorprenden", apunta.
En concreto, el antiguo vicepresidente de la entidad del Paseo de Cervantes se refiere a la consideración que se le da desde el juzgado por no haberse presentado a las sucesivas citaciones que se le han trasladado. "Se me acusa de haberme declarado en rebeldía, cuando lo cierto es que estoy enfermo, recuperándome de un derrame cerebral que sufrí el 10 de octubre del año pasado. Fue un susto muy grande del que gracias a Dios poco a poco parece que voy saliendo pero todavía me encuentro en proceso de recuperación", desvela.
Pese al importante problema de salud, Pepe Nereo no pierde de vista sus problemas con la justicia derivados de su paso por Mendizorroza y, en este sentido, prefiere esperar a conocer en profundidad la sentencia antes de anunciar si ejercerá la posibilidad que le ofrece la legislación de presentar un recurso ante la Audiencia Provincial de Álava o no. Un extremo que, más que previsiblemente, acabará llevando a cabo.
Sin firma Y es que el exdirectivo alavesista insiste una y otra vez en su inocencia y no duda en ofrecer argumentos para tratar de demostrarlo. "Aunque todavía no la he podido leer al completo, por lo que sé de la sentencia me estoy enterando a través de ellas de cosas que hacía Dmitry Piterman que no tenía ni idea. Las desconocía por completo. Habla de unas transferencias a otras cuentas suyas y cosas similares de las que yo no me enteré nunca", significa.
Dentro de esta misma idea, Pepe Nereo destaca una circunstancia que, a su juicio, debería servir para exonerarle de cualquier culpa. "Por lo que yo sé, lo que de verdad cuentan son las actas y en las actas las firmas que aparecen son las del presidente, Dmitry, y el secretario del consejo, que era su mujer. Yo no tenía ningún poder para firmar en nombre del club ni era el responsable de las decisiones que de tomaban", expone.
Unos argumentos que, sin embargo, no han convencido hasta el momento a los encargados de juzgar el caso, que le han condenado a ocho años de inhabilitación como "colaborador directo" de Piterman y a pagar solidariamente con el ucraniano y su esposa una indemnización de casi 6,8 millones de euros.