Vitoria. A lo largo de la presente temporada, tanto Luis de la Fuente primero como José Carlos Granero después han dado una y mil vueltas a las posibilidades que ofrecía la plantilla albiazul tratando de conseguir dar con la tecla que les permitiera extraer el mayor rendimiento posible de la misma. Como consecuencia, la fisonomía del equipo ha ido cambiando de manera importante dando lugar a una sucesión casi interminable de pruebas. Sin embargo, algo se ha mantenido -de manera casi milagrosa- inalterable durante todo este tiempo y fueran cuales fueran las modificaciones que se produjesen en el resto del once. Esta pieza fija no ha sido otra que el encargado de defender la portería. De esta manera, David Rangel ha disputado todos y cada uno de los minutos de competición oficial disputados hasta el momento.
Pues bien, precisamente en el momento definitivo de la temporada, esta circunstancia podría cambiar. Y es que las alarmas se han encendido -bien es verdad que sin llegar todavía a su máxima potencia- en el seno de la entidad de Mendizorroza. El motivo no es otro que las molestias musculares que arrasta el arquero y que ya pusieron en duda su participación en el encuentro del pasado fin de semana contra el Lemona.
Entonces Rangel finalmente fue de la partida aunque resultó más que evidente para todos que los problemas que sufre en el recto mermaron sensiblemente su rendimiento, especialmente en el golpeo a la pelota y en las batidas para saltar en busca de los balones aéreos. Más de dos días después de esa comparecencia, los problemas musculares que padece el cancerbero valenciano se mantienen y, lejos de haber remitido, ponen el cartel de duda sobre su presencia el próximo domingo en el terreno de juego de El Plantío burgalés.
En la jornada de ayer Rangel se limitó a ejercitarse en solitario en el gimnasio sin ni siquiera poder saltar al césped y será la evolución que presente su pierna en las próximas jornadas la que determine si puede ser de la partida o no en el importante choque del próximo fin de semana. Una circunstancia que se debe valorar muy bien puesto que arriesgar demasiado para que defienda la portería albiazul en Burgos podría provocar que se agravase la lesión y, entonces sí, se viese obligado a parar durante más tiempo. Sin embargo, también parece bastante poco probable teniendo en cuenta los precedentes que José Carlos Granero se decida ahora por depositar su confianza en el joven Alex Sánchez cuando no ha contado con él ni un minuto con anterioridad.
Al margen de la situación de Rangel, la sesión preparatoria de ayer sirvió para comprobar que el duelo contra el Lemona no ha dejado secuelas especialmente relevantes en la plantilla albiazul. De esta manera Jito, Sendoa, Asier Salcedo y Marc Fachan trabajaron al margen del grupo por pequeñas molestias pero se espera que no tengan problemas para jugar en Burgos.