EL Deportivo Alavés le ha cogido el gustillo a eso de jugar con fuego. No se puede explicar de otra manera que en cinco de los seis compromisos ligueros que ha disputado se haya visto por detrás en el marcador. No son los compromisos del cuadro albiazul como los enfrentamientos de patio de colegio entre las clases de quinto y de sexto, en las que los mayores concedían ventaja a los pequeños para desvirtuar de esta manera la diferencia física. Ni mucho menos. Los del conjunto vitoriano, aunque sea ante rivales de menor potencial futbolístico y económico, son duelos de tú a tú contra oponentes con los que por algo comparte categoría y a los que no se puede seguir ofreciendo concesiones. Había conseguido darle la vuelta a la tortilla el equipo de Luis de la Fuente a esta situación, ganando o empatando, pero ayer el Guijuelo supo aprovechar el hecho de dar primero para golpear dos veces y acabar llevándose los tres puntos.

La peligrosa tendencia que ya se ha vivido en cinco de los seis compromisos ligueros y que ayer alcanzó su cénit ante el Guijuelo comenzó con la visita a Osasuna B en la primera jornada. Se adelantó el cuadro rojillo, le dio la vuelta al marcador el Alavés y, ya en el descuento, el filial osasunista consiguió el gol del empate definitivo.

Una semana más tarde, otro filial, en este caso el de la Real Sociedad, también fue capaz de ponerse por delante en el electrónico de Mendizorroza, pero en aquella ocasión el Alavés fue contundente y con tres goles despachó su primera victoria de la temporada. La tendenciosa racha se rompió con la visita al Real Unión en un duelo en el que el equipo de Luis de la Fuente no fue capaz de ganar a pesar de ponerse por delante, pero en el derbi contra el Eibar en Vitoria volvió a repetirse el mismo mal. Por fortuna, otra vez el Alavés fue capaz de darle la vuelta al resultado para completar su segunda remontada victoriosa.

No corrió la misma suerte hace poco más de una semana contra la Arandina, aunque en esta ocasión el partido fue realmente extraño al ponerse por delante el cuadro burgalés en su único disparo a puerta. Innumerables, por contra, fueron las ocasiones alavesistas, pero todas las que tuvo sólo le sirvieron para rescatar un punto.

Por desgracia, la racha de remontadas completadas con más o menos éxito se vio truncada ayer en el estadio Alfonso San Casto. De nuevo golpeó primero el oponente ante la ineficacia alavesista para aprovechar los primeros minutos de los partidos, pero cuando la remontada parecía de nuevo factible, el cuadro albiazul vio cómo el rival aprovechaba una ocasión aislada para asestarle un duro mazazo.