Vitoria. Al final no han sido siete los clubes de Segunda B que bajan a Tercera por impagos, sino seis. El Palencia, equipo que la pasada temporada se midió al Alavés y que el miércoles estaba condenado al descenso, se salvó ayer. El conjunto castellano recuperó la categoría una vez que ya había sonado la bocina.

Durante el día de ayer, la Federación Española de Fútbol consideró válidas las garantías de pago ofrecidas por los dirigentes del Palencia un día antes a última hora y el club morado recupera de este modo su plaza en Segunda División B. In extremis. El resto no tuvo tanta suerte, lo que deja en estos momentos a la categoría de bronce con 74 equipos.

Ahora mismo hay seis plazas libres y la propia Federación debería confirmar que esas vacantes irían a parar a manos del Villaralbo, Novelda, La Nucía, Las Palmas B, Alhaurín y Alcobendas Sport, los equipos mejor clasificados de Tercera pertenecientes a las federaciones territoriales de los clubes descendidos por morosos. Todos ellos tendrían derecho a jugar la próxima temporada en Segunda B, pero eso sí, si pagan la cantidad económica fijada por la Comisión Mixta formada por la RFEF y la AFE.

El dinero a desembolsar por cada uno de ellos será la deuda conjunta de todos los equipos que perdieron la categoría por impagos dividida entre los seis clubes con posibilidades de ascenso, una cantidad que rondaría los 400.000 euros tal y como han confirmado miembros federativos. Ahora, una vez que la RFEF publique la circular con los nombres de los equipos, estos tendrán tres días para decidir si reúnen el dinero necesario para dar el salto de Tercera a Segunda B o no.

Además, también se puede dar la posibilidad, como parece probable, que muchos de estos equipos implicados en el ascenso se vean obligados a rechazar su derecho a ascender de categoría, ya que no tienen la capacidad económica suficiente para afrontar un desembolso tan importante como son los 400.000 euros que costaría la plaza y cuadrar a su vez el presupuesto. En ese caso, la vacante pasará al siguiente clasificado de su mismo grupo regional y si finalmente ningún club de Tercera lo aprovecha, se les daría la oportunidad a los descendidos de Segunda B a Tercera pertenecientes a dichas federaciones regionales.

De momento, habrá que esperar. Un compás de espera que afectará a la composición de los cuatro grupos de Segunda B. En función de los equipos que suban se podrá hacer la configuración de los mismos, ya que en estos momentos dos grupos tendrían 18 equipos y otros dos 19 al haber seis vacantes. ¿Se completarán todas? Esta incógnita se resolverá en las próximas semanas.