Vitoria. La enfermería del Deportivo Alavés rebosaba ayer de inquilinos. Hasta siete jugadores se pusieron en las manos de los servicios médicos del club para tratar diversas lesiones, aunque ninguna de ellas de gravedad. Todo hace indicar que, a excepción de Jules Pardo y los sancionados Esparza e Ibon Gutiérrez, todos los futbolistas que arrastran molestias estarán disponibles para el partido del próximo domingo contra el Mirandés. Incluso Javi Casas tiene posibilidades de reaparecer en dicho compromiso.
La situación más preocupante era la de Igor Cuesta, que tuvo que retirarse prematuramente en el partido contra el Palencia. Por fortuna, el central vizcaíno solo sufrió una fuerte contusión en el gemelo y se espera que se reincorpore al trabajo mañana tras la sesión de descanso de hoy. Tampoco Geni (sobrecarga en la pantorrilla), Esparza (dolor en el tendón rotuliano) y Jito (molestias en el psoas ilíaco) participaron en el entrenamiento de ayer, mientras que Jon Moya, por su parte, seguía recuperándose del proceso catarral que ya le impidió jugar el sábado.