El diputado general de Álava, Ramiro González, ha presentado este martes un nuevo paquete de medidas de prevención frente a incendios forestales con el objetivo de reforzar la resiliencia del territorio ante veranos cada vez más largos, secos y propensos a emergencias.
El anuncio llega tras un mes de agosto en el que, pese a que en el conjunto del Estado se han calcinado 340.000 hectáreas, en Álava los 12 incendios y conatos registrados fueron sofocados con rapidez, sin provocar apenas daños de consideración.
Tal y como recordó Ramiro González, la experiencia de este verano ha vuelto a poner de relieve que la estrategia alavesa funciona. La máxima de que “los incendios de verano se apagan en invierno” guía desde hace años la gestión forestal durante otoño, invierno y primavera, cuando se abren pistas, se mantienen cortafuegos y se mejoran accesos para poder actuar con eficacia en caso de emergencia. “Álava ha resistido gracias a un modelo de gestión forestal que funciona, y ahora queremos dar un paso más con nuevas medidas adaptadas al cambio climático”, subrayó.
Actuaciones preventivas
Con la vista puesta en el futuro más inmediato, el diputado general anunció un refuerzo del sistema con actuaciones novedosas. La primera de ellas se trata de la formación gratuita en primeras intervenciones ante incendios, dirigida especialmente a agricultores y juntas administrativas. Es imprescindible que aquellas personas que viven sobre el terreno conozcan de primera mano las formas de actuación en caso de sufrir un incendio.
También se apuesta por un plan de intervención en zonas urbano-forestales, con franjas de decapado y desbroce para reducir riesgos en áreas habitadas próximas al monte. En este sentido, habrá una actualización del mapeo de pistas forestales e hidrantes, incluyendo balsas de riego como puntos estratégicos de carga de agua. Finalmente, se llevarán a cabo desbroces biológicos mediante ganadería extensiva para mantener cortafuegos y zonas críticas.
Durante otoño, invierno y primavera se abren las pistas, mantienen los cortafuegos y se mejoran accesos para actuar con eficacia
Estas medidas se suman al Plan Anual de Prevención, Vigilancia y Extinción de Incendios Forestales, aprobado en julio, que contempla más de 2 millones de euros en inversiones para tratamientos selvícolas, infraestructuras de protección y ayudas a entidades locales y propietarios forestales.
Tal y como aseguró Ramiro González, Álava cuenta con un amplio dispositivo humano y material para la prevención y extinción. Lo integran 180 bomberos profesionales del OAB –verdadero pilar del sistema–, convenios de colaboración con los servicios de bomberos de Vitoria-Gasteiz, Miranda de Ebro, Logroño, CEIS-Rioja, Navarra, Bizkaia y Gipuzkoa, además de 28 guardas forestales del Servicio de Montes y una brigada de 10 operarios de Tragsa, dedicados a la gestión forestal la mayor parte del año y activables en verano como refuerzo.
Álava tiene 9 autobombas forestales, 7 rurales, 3 vehículos cisterna, 14 todoterrenos ligeros y un helicóptero en Nanclares
En cuanto a medios materiales, Álava dispone de 9 autobombas forestales, 3 vehículos cisterna, 7 autobombas rurales y 14 todoterrenos ligeros, además de un helicóptero con base en Nanclares durante la campaña estival, dos bulldozers disponibles según el nivel de riesgo y el apoyo de aviones estatales con base en Agoncillo y Noáin.La coordinación de todos estos recursos se apoya en la red de comunicaciones TETRA, compartida con la guardería forestal, bomberos y otros servicios de emergencia del Gobierno Vasco.
Balance positivo
El balance de agosto es positivo y confirma que la estrategia de prevención funciona. Mientras en buena parte de la península la emergencia ha alcanzado cifras históricas de superficie arrasada, en Álava la preparación previa y la respuesta rápida han permitido evitar daños de gran magnitud, según argumentó Ramiro González.
Finalmente, el diputado general recalcó que las medidas preventivas para luchar frente a los incendios forestales serán una máxima para el gobierno foral que él preside: “La prevención no es un gasto, es una inversión en seguridad, sostenibilidad y futuro. Por eso vamos a seguir reforzando el dispositivo, con más medios, más formación y más coordinación”.