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“No hay personas con discapacidad, sino entornos discapacitantes”

Kizkitza Velasco, presidenta de Arabako Gorrak, reclama la “plena normalización” de la lengua de signos

“No hay personas con discapacidad, sino entornos discapacitantes”

La Asociación de Personas Sordas de Álava, Arabako Gorrak, celebró el pasado sábado 14 una efeméride muy significativa, el Día Nacional de las Lenguas de Signos. 

Fue, en palabras de su presidenta y coordinadora, Kizkitza Velasco, una “muy buena oportunidad” para recordar que la completa accesibilidad comunicativa constituye todavía hoy un anhelo lejano para el colectivo, pese a los avances logrados en los últimos tiempos.

“Faltan muchas cosas por conseguir”, subraya Velasco en conversación con NOTICIAS DE ÁLAVA, una entrevista que es posible gracias a la presencia de Mariola, intérprete de la asociación. 

El “reconocimiento” de la lengua de signos como una lengua propia, con su gramática, su sintaxis y su morfología, igual que el euskera y el castellano, y su “plena normalización” son las principales exigencias de Velasco coincidiendo con esta señalada fecha. 

Hay nuevos motivos para la esperanza, como la aprobación hace casi dos años del Real Decreto 674/2023, de 18 de julio, que básicamente obliga a las administraciones públicas a contar con servicios de interpretación de lengua de signos “en cualquier entorno”.

Velasco signa en presencia de Mariola, intérprete de Arabako Gorrak.

De forma efectiva

En el ámbito más cercano, Arabako Gorrak ha mantenido ya distintos encuentros con la Diputación y el Ayuntamiento de Gasteiz, que según Velasco han mostrado “una actitud abierta” para que la lengua de signos vaya incorporándose de forma efectiva en sus ventanillas y recursos de atención. Desde las oficinas de turismo, donde bien podría recurrirse a sistemas de videointerpretación, hasta los centros de día o las residencias de personas mayores. 

Arabako Gorrak reivindica el “reconocimiento” de la lengua de signos como una lengua propia, al igual que el castellano o el euskera

“Yo siempre digo que no hay personas con discapacidad, sino entornos discapacitantes. Soy una persona sorda y me siento orgullosa de serlo. Y también digo que me ha tocado la lotería para bien. Si no hubiera las barreras que hay, si todos los programas de la televisión estuvieran subtitulados con lengua de signos, si la gente supiera la lengua y hubiera intérpretes en todos los servicios públicos, yo no sería una persona con discapacidad. Por eso, lo fundamental es un cambio de mentalidad”, resume Velasco, que tomó las riendas de Arabako Gorrak hace algo más de un año y tres meses. 

Como telón de fondo, la presidenta remarca el “muchísimo desconocimiento” que aún hoy existe en torno al colectivo que representa, “prejuicios” y “etiquetas equivocadas” como las que erróneamente hablan todavía de personas sordomudas o del lenguaje de signos, o de que la lengua de signos es universal. “Cada país tiene la suya”, clarifica Velasco.  

Necesidad

El servicio de interpretación de Arabako Gorrak trata de llegar a todos los lugares donde es requerido por las 284 personas que a día de hoy hacen uso regular de él en el territorio, pero no siempre es sencillo.

No en vano, la asociación únicamente cuenta en sus filas con Mariola y con otra trabajadora que cubre apenas cinco horas diarias, pero este recurso es necesario prácticamente para hacer cualquier tipo de gestión. 

Los servicios médicos acaparan, eso sí, más del 50% de las demandas, pero los intérpretes también son requeridos de forma habitual en los ámbitos educativo o laboral o para realizar gestiones tan rutinarias como formalizar un contrato de telefonía. “El recurso es muy justo y cubrimos lo que se puede. Hacen falta más subvenciones”, apunta Velasco.

La asociación ve “una actitud abierta” en las instituciones para el cumplimiento del Real Decreto que insta a extender los servicios de interpretación

El trabajo en red con el resto de asociaciones que integran la federación Euskal Gorrak hace posible cuando es necesario la movilidad de los profesionales que se encargan de esta labor de un territorio a otro. 

¿Y qué hay del ámbito educativo? Aunque el Gobierno Vasco cuenta con intérpretes para comunicarse con el alumnado, paradójicamente son numerosos los jóvenes sordos que, hayan perdido la audición antes o después, no conocen la lengua de signos, por lo que el recurso tampoco es válido.

La inclusión de la lengua en las escuelas “como una asignatura más” sería, en este sentido, una medida necesaria. “Tiene que dejar de considerarse simplemente como un sistema de apoyo para que los niños sordos puedan entender”, contextualiza la presidenta.