La historia por la cual se creó el Día de la Cigüeña es un tanto peculiar. Adrián Gonzalo, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zambrana, relata que el origen de esta festividad se remonta a 1989, año en el que el biólogo Juan Carlos Hierro, el cual era conocedor de la mala ubicación en la que se encontraba el nido de una pareja de cigüeñas, decidió planificar una reubicación del mismo.

En zona delicada

Estas aves estaban construyendo un nido en una zona del tejado de la iglesia delicada, y ante el riesgo de que pudiera caerse dañando consigo la estructura, se procedió a retirarlo y a colocar dos plataformas donde las cigüeñas pudieran anidar, en una zona del tejado de la iglesia que no implicara un peligro ni para ellas ni para el templo.

Como motivo de colocar estas plataformas para las cigüeñas en Zambrana se celebró el primer Día de la Cigüeña. Todo parecía indicar que desde ese día,el pueblo alavés sumaba a su ya fiestera tradición un día conmemorativo más, pero sin embargo, y por muy sorprendente que parezca, desde aquel año no se ha vuelto a celebrar este día en homenaje a esta ave, habiendo pasado desde entonces 35 años.

Aloya Alaia

La idea de recuperar el día surgió de la mano de la asociación deportiva y cultural que tiene Zambrana llamada Aloya Alaia, compuesta por los vecinos de la localidad. 

Esta asociación realiza en el pueblo infinidad de actividades durante todo el año, con la mirada puesta en las personas de todas las edades. Cabe mencionar que para poder realizar este proyecto, ha sido necesaria la cooperación entre diferentes entidades, donde se encuentran la propia Aloya Alaia, la Comisión de fiestas, y el Ayuntamiento, junto con el apoyo de la Junta Administrativa de Zambrana.

Tres claves

Una vez conocido qué se celebró y quiénes son los que han impulsado la recuperación de este pequeño evento, conviene conocer el porqué del mismo, por qué desenterrar ahora una festividad que ha estado más de 30 años oculta. Para ello, el concejal de Medio Ambiente explica cuáles son los tres motivos principales.

Para quienes no lo conocieron

El primero es por cuestiones relacionadas con el transcurso del tiempo, y es que algunos de los vecinos que viven hoy en Zambrana, bien por edad, o bien por haber llegado a posteriori a vivir al pueblo, no pudieron vivir aquella celebración. Por consiguiente, les pareció buena idea volver a repetirla para que los vecinos actuales conozcan más allá de lo que les hayan podido contar o hayan podido leer, viviendo la experiencia en primera persona.

Segundo motivo

El segundo motivo, esgrime Gonzalo, es por una cuestión meramente simbólica. Desde 1989 hasta 2014, la iglesia de Zambrana ha contado ininterrumpidamente con la presencia de dos parejas de cigüeñas, cada cual en su respectivo nido. Sin embargo, en 2014, una cigüeña hembra de uno de los nidos no regresó a Zambrana junto al macho, lo cual estaba previsto que hiciera tras retornar de África, como parte de los procesos migratorios de estas aves.

En ese mismo año, la cigüeña macho del otro nido falleció tras haberse electrocutado con un poste eléctrico, por lo que su pareja, al ver incompatible la crianza de sus descendientes con la búsqueda activa de alimentos, optó por abandonar el nido de la iglesia. Volviendo al aspecto de la mística, otro de los objetivos es celebrar el día con la esperanza de traerlas de vuelta.

Tercer motivo

Y el tercer motivo, no menor, es que al pueblo de Zambrana le gusta realizar muchas fiestas y celebraciones, por lo tanto, no iban a dejar pasar la oportunidad de realizar una más. Al fin y al cabo, en boca de Gonzalo, esta fiesta es una buena excusa para pasar un día agradable y entretenido entre todos los vecinos y visitantes.