Cuando una persona ama la música tanto como ella, lo normal era presentarse en algún establecimiento donde había quedado con unos amigos con el CD preparado y la canción ya elegida. “Ponme la tres, por favor”, podía decirle al atónito responsable.
Se podría decir que ese fue el inicio de la carrera profesional de DJ Gel. Ella pincha música sencillamente porque le gusta.
Para Elena García Ozores, el alter ego de DJ Gel, la música es su “otra pasión”. La primera es la psicología, que lleva ejerciendo desde hace más de diez años en su consulta. Al principio duda de si mencionar su actividad principal.
“Hay clientes que, a lo mejor, se llevan susto”, dice. Y explica: “trabajo con enfermedades mentales graves y es un tema muy serio. Trabajo con profesionales de la salud mental y muchas personas y familias de pacientes. No es que lo suela divulgar, pero cuando me encuentro con algún paciente, a veces pienso que podrían creer que no me tomo en serio mi trabajo”.
"Hay que descomprimir de la vida y hacer cosas menos serias que nos desestresen. Pinchar música me permite hacerlo."
El motivo de su reticencia no es otro que los prejuicios asociados tanto a una profesión como a otra: esa idea de que hay que mantener unas determinadas apariencias por ejercer la psicología y, por otro lado, la idea que la sociedad tiene de los DJ.
¿Tendría la misma sensación si fuera hombre? García duda un momento para, después, afirmar, “no sabría decirte”. Cree que, tal vez, a los hombres DJ sí se les exija más si tienen una profesión principal, más que nada por el estereotipo de lo que hace y cómo se comporta un DJ y cómo podría afectar a su profesión de día.
“Las mujeres hemos entrado más tarde en el mundo de pinchar música por lo que no hay tanta presión”. O al menos, ella no la ha percibido como tal.
Pero también cree que hay profesiones que vienen determinadas por el género, pero de manera no intencionada. “El trabajar de noche implica situaciones que para nosotras podrían ser menos seguras y no sé si eso puede habernos limitado”, explica.
Los comienzos de DJ Gel
García no se define como una DJ de grandes eventos. Es más, no aspira a serlo. No le gusta hacer mezclas de canciones que luego no da tiempo casi a identificarlas. Le gusta saborear las cosas y tomarse su tiempo. Experimentar y hacer disfrutar a su público. “
Lo que a mí me gusta es elegir las canciones que me están inspirando en el momento que sea”. Su bagaje musical empezó escuchando a ABBA o Mocedades que ponían sus padres. De ahí pasó a Los Flechazos, Doctor Love, Los Alnighters.
Admite que le gusta “lo antiguo y lo indie, antes de que se hagan famosos”. Y pone ejemplos: Sidonie, la Casa Azul, Niña Polaca...
Se inicio como DJ casi por accidente hace veinte años. Su amigo Intxo (del Extitxu) le ofreció pinchar en su local. Así que se pasaba horas haciendo mezclas y llevaba los CDs.
“Dividía la noche en sets diferentes: pop inglés, yeyé en castellano, mucho de los 70 y lo que aún eran horteradas infravaloradas, como Raphael y Rocío Jurado, cuando aún avergonzaban”.
Una de las cosas que más le gustaban era cuando la gente acudía a ella para preguntarle por una canción que había puesto. “No existía Shazam. Imagínate. No tenían más remedio que venir a preguntarme... y eso era la victoria. Podía confirmar en directo que les había sorprendido y gustado.”
García tiene su circuito de locales y festivales en Vitoria y fuera de la provincia. Y menciona unos cuantos: el festival Ebrovisión, y locales como Bushy, Point, Dublín o el Satélite, donde dice sentirse especialmente cuidada...
Pinchando música como DJ Gel
Afirma que, por regla general, no tiene problemas con el público por ser mujer DJ, pero sí es cierto que, en algún festival le han hecho “examen”, incluso por parte de conocidos, para tantear sus conocimientos. “Es algo que me molesta muchísimo”.
Otras situaciones que le han tocado es con algún DJ hombre que se "tomaba la molestia de corregirle” los ecualizadores o los niveles de sonido mientras ella pinchaba.
García cree que todavía se considera a los DJs como “bufones de la corte”, al servicio del público. Poco a poco, eso va cambiando. Pero le ha tocado vivir situaciones desagradables con alguna persona que, de malas formas y sin darse cuenta, le ha llegado a tirar algún vaso encima o enfadar porque no ha puesto su canción.
“Ahí es donde hay que sacar los dotes de psicóloga, la paciencia infinita y no entrar en broncas mayores”. Pero, alguna vez, sí que he tenido que pedir ayuda al dueño del bar o al camarero.
Las mujeres DJ siguen siendo minoría
Aunque es cierto que cada vez hay más mujeres DJ, siguen siendo minoría en los lineups de muchos eventos, especialmente los grandes. Dos ejemplos de los próximos meses: en el Summer Story de Madrid con un cartel de 34 DJ, solo hay 9 mujeres, y en el Dreambeach de Almería, 11 mujeres de 62 artistas.
Cuando García empezó a pinchar música estaba sola. Sus influencias han sido su familia y amigos, y el intercambio de descubrimientos, su mejor inspiración. Con el tiempo, sí han aparecido referentes para ella: Yahaira, que le ha inspirado en cómo sentir la música, Bihotza en Vitoria, o Ley DJ, por destacar algunas. Pero también tiene referentes masculinos: Dr. Risi, el maestro del soul y del yeyé, con quien suele ir de gira con el nombre de Vitoria Pop. “Y sí, es chico, ¿qué le vamos a hacer?”.
Cuando se le pide consejo para una joven que quiera iniciarse pinchando música, García lo tiene claro: “Mantén tu propio criterio, alcohol y drogas bien lejos y, sobre todo, que te apasione la música”.