Más de la mitad de las custodias de menores en Álava son ya compartidas

En Bizkaia hubo 1.136 rupturas con hijos de por medio, y en 544 casos se optó por la custodia compartida, frente a los 513 en que corrió a cargo de la madre, 77 del padre y en dos casos a cargo de otras personas. Si en Bizkaia no se llega por poco a la mitad de los casos totales, en Gipuzkoa la custodia compartida sí es ya la opción mayoritaria. De 643 rupturas de familias con hijos, en 351 ocasiones se optó por la custodia compartida, en 243 la asumió la madre, en 48 el padre y en un caso fue asignada a otra persona.

En general, de unos años a esta parte, sobre todo a partir de la entrada en vigor de la Ley vasca específica de 2015, se tiende a optar por la custodia compartida porque, a priori, se presupone más beneficiosa para el menor, que en cierta medida puede mantener sus rutinas, sobre todo cuando los progenitores su turnan para convivir con sus hijos en una misa vivienda. Además, todas las partes comparten un cantidad de tiempo similar.

Sin embargo, no siempre la custodia compartida es lo más conveniente o recomendable. Esta fórmula se puede denegar si algún progenitor tiene horarios laborales incompatibles con el cuidado de los hijos, si hay una distancia excesiva entre los domicilios de los excónyuges, o si los niños o niñas son menores de dos años.

Hay casos más serios y en los que la inoportunidad de conceder la custodia compartida es clara. Cuando un progenitor ha desatendido el cuidado de los menores durante el matrimonio, o presenta adicciones o conductas inadecuadas, o si el hombre ha sido condenado por violencia de género, por ejemplo.

Por otro lado, en Álava en la mayoría de los casos de separaciones (145), independientemente del régimen de custodia, la misma era sobre un hijo o hija único, mientras que en 141 se trataba de dos hermanos, y en 26 ocasiones estaban implicados tres o más hijos. En otros 219 procesos de separación o divorcio no había hijos menores de por medio, para sumar así un total de 531 rupturas en 2021, en concreto 512 divorcios y 19 separaciones.

Rupturas sin acuerdo

Sea cual sea la modalidad de custodia, en muchos casos las niñas y niños viven la ruptura de la relación de sus progenitores de forma traumática, hasta el punto de provocar graves daños psicológicos, físicos y relacionales, que incluso pueden llegar hasta su vida adulta, al perder esa seguridad que les generaba el entorno familiar que hasta entonces habían conocido.

Para amortiguar estos efectos, el Ayuntamiento de Vitoria puso en marcha en 2019 el programa Egokitzen (Adaptándonos) de coparentalidad positiva, en colaboración con la Universidad de Deusto, para ofrecer en situaciones de separación y divorcios conflictivos pautas de actuación que ayuden a proteger a los hijos de ese estrés e impacto psicológico. Hasta abril se habían desarrollado nueve grupos con 60 progenitores (27 hombres y 33 mujeres), tres grupos infantiles (11 niños y 8 niñas), dos grupos de abuelos (7 hombres y 7 mujeres) y uno de nuevas parejas (2 hombres y cinco mujeres). l