Nueva crisis en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja. En este caso protagonizada por la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja (BFR-Provir), que acaba de abandonar los órganos de gestión de la denominación por sentir que las pequeñas y medianas empresas no están bien representadas, no tienen el peso ni el voto que les corresponde.

El presidente de la agrupación, Eduardo Hernáiz, aclaró que son Rioja y van a seguir siéndolo porque sus inversiones están en dicha tierra y siguen creyendo en ella y en su potencial para hacer grandes vinos.

Consejo Regulador del vino Rioja, en Logroño.   | FOTO: EFE

Consejo Regulador del vino Rioja, en Logroño. | FOTO: EFE

Sin embargo, “no podemos continuar formando parte de un sistema de gestión en el que se toman decisiones en contra de nuestros intereses y en el que, pese a haberlo intentando, no tenemos capacidad de reencaminar el rumbo de Rioja hacia un modelo de valor y de calidad”, manifestó.

La Asociación de Bodegas Familiares de Rioja, en el último proceso de renovación de la Interprofesional y del Consejo Regulador acreditó la representación de 216 bodegas, es decir, más de la mitad de las que delegaron su voto, entre ellas 27 alavesas y alguna navarra.

Ante esta nueva crisis, la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) respeta la decisión adoptada por las bodegas familiares de Rioja. Respeta y comparte su reivindicación. Por eso, a diferencia de otras entidades del sector vitivinícola no les ha pedido que reconsideren su postura.

“Respetamos lo que han hecho. Después de avisar de que querían un cambio de rumbo, pues han decidido que abandonan la Mesa del Consejo Regulador”, indica la presidenta de ABRA, Itxaso Compañón.

En su opinión, esta nueva crisis en el órgano de control de la denominación Rioja lo que pone de manifiesto es que la representatividad en el Consejo Regulador está mal. “Que un crianza que se regala en el supermercado por comprar ginebra tenga más valor en representatividad en el seno del Consejo Regulador que un vino genérico con cien puntos, no tiene ningún sentido”, considera.

Explica que en el Consejo Regulador, la representatividad de cada asociación depende del tipo de vino que embotella, y el gran reserva, reserva y crianza valen más que el vino genérico cuando, hoy en día, hay vinos genéricos que son más caros y mejores que otros crianzas, reservas... Para ella, esto significa que la representatividad en el Consejo está mal y habría que modificarla.

Temporeros recogiendo uva durante la temporada de vendimia en una finca de Rioja Alavesa Pablo José Pérez

Gestión del rioja

ABRA elude posicionarse sobre las consecuencias que acarreará el portazo dado por este grupo de bodegas riojanas al Consejo Regulador. Aclara que no va a seguir los mismos pasos, pero sí comparte la razón de fondo, reivindicar un mayor peso en la toma de decisiones de las bodegas que sacan al mercado vinos genéricos, más jóvenes, pero con más peso que algunos reservas.

Además, para Compañón, está claro que esta nueva crisis en la gestión del Rioja pone de manifiesto que hay un problema. “Parece que el Consejo Regulador está hecho ad hoc para las grandes bodegas y queda claro que las pequeñas estamos incómodas; la decisión de BFR-Provir es una demostración más de nuestra incomodidad dentro de la denominación”, reitera Compañón.