Las personas interesadas en conocer de primera mano los avances de la intervención arqueológica que está dirigiendo, desde 2018, el arqueólogo ayalés y miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Jon Obaldia Undurraga, en la cima del monte Babio en Izoria (Ayala), para desentrañar los secretos del poblado fortificado del Bronce Final-Edad del Hierro que allí se encuentra, tienen hoy sábado una oportunidad de lujo. De hecho, se ha organizado una visita guiada al enclave, con el que basta personarse en la citada cima ayalesa, a las 11.30 horas, aunque el propio director del yacimiento estará a disposición de las personas con movilidad reducida que quieran acudir, desde media hora antes en la iglesia de Izoria, “desde donde les ayudaré a subir encantado”, explica Obaldia.

La presente campaña, y ya van cinco, dio comienzo el pasado lunes y se extenderá hasta el 12 de agosto, y en ella están tomando parte un equipo de trece personas, procedente de sitios tan dispares como Valencia, Madrid o Sevilla, así como de Euskadi, entre los que se encuentran restauradores, doctorandos y arqueólogos o historiadores recién graduados.

Este yacimiento fue descubierto en 1981 y se sabe que abarca una 10 hectáreas de extensión, por lo que los trabajos que se están realizando tienen como objetivo delimitar el espacio de las viviendas y estudiar el sistema defensivo de sus dos murallas concéntricas. Tras la campaña de 2022, los expertos ya obtuvieron un mapa bastante claro de las estructuras, y confiaban en que los análisis en laboratorio del carbón hallado tanto en la muralla inferior como en la superior, y sus accesos, les diera respuesta a una de las principales incógnitas del enclave: la fecha exacta del asentamiento y si sus dos murallas son coetáneas.

De hecho, se trata “de una muralla de 247 metros y otra de 600, y de bastante altura, en una ubicación sumamente estratégica, pues desde aquí podían controlar la entrada y salida de mercancías, tránsito humano, e incluso militar, a todo el Alto Nervión”, subraya Obaldia.

Sistema defensivo y accesos

De aquí que la investigación en este asentamiento protohistórico haya tenido siempre como objetivo estudiar el sistema defensivo, vinculándolo a su hábitat, economía o explotación del medio, de cara a que se pueda comprender la razón de su existencia y su relación con los poblados coetáneos de los alrededores, como el de la cercana cima de Peregaña, en la localidad ayalesa de Ozeka, que abarca 20 hectáreas.