Pantxa se encontraba desde diciembre de 2022 encadenada al exterior de una casa en Barriobusto, un concejo del municipio de Oion. Sus dueños se fueron a vivir a Portugal y la habían dejado atrás. Tenía anemia y desnutrición. Lo que no tenía era ningún tipo de refugio ante amenazas climáticas, de otros animales o de personas. Estaba a punto de parir. La pesada cadena de hierro con la que la ataron se enredó alrededor de su cuerpo y la impedía moverse. “Cagaba donde dormía”, resumen fuentes de la Ertzaintza.

Fue en junio de 2023 cuando la Ertzaintza recibió el aviso de que había una perra abandonada en la zona de Barriobusto. Mientras los agentes buscaban un hogar a Pantxa cuidaban de ella. La daban de comer, de beber y la sacaban a pasear. Era tal la alegría del animal que, según fuentes próximas a la policía autonómica, cada vez que veía a los agentes “se meaba de la emoción” al verlos. Un día, los agentes descubrieron que por la noche había dado a luz a seis cachorros mientras seguía encadenada.

El perro no estaba abandonado”

El chip que tiene Pantxa imposibilita la recogida por parte de una protectora de animales porque sólo las perreras municipales tienen la potestad de requisar animales a particulares en situaciones como esta. Por ello los agentes contactaron con las perreras municipales de Vitoria y Oion para que se ocuparan de Pantxa. “No hubo respuesta, no se hicieron cargo de nada”, explican.

José Manuel Villanueva Gutiérrez, alcalde de Oion, explica que la primera noticia que tuvieron de Pantxa fue una queja de una vecina porque había un perro que ladraba mucho: “Le leímos el chip al perro, nos pusimos en contacto con la propiedad y me decía que no estaba abandonado, que él había dejado a dos personas al cuidado de ese perro”.

El artículo 23 de la Ley 09/2022 de protección de los animales domésticos especifica que un animal doméstico se puede considerar abandonado “cuando, existiendo titular o no, sean desatendidas sus necesidades básicas”. La desnutrición y anemia que sufría Pantxa fueron acreditadas por un informe veterinario tras su rescate. “No teníamos constancia de que ese perro estuviera abandonado”, reiteran desde el consistorio alavés.

Por otra parte, según el artículo 14 de la citada ley, los ayuntamientos deben de encargarse de “la recogida de los animales abandonados y extraviados, así como su custodia hasta que sean recuperados por sus titulares o cedidos a terceros”. El edil explica que en Ayuntamiento de Oion no existe un protocolo de actuación ante estos casos porque los ayuntamientos pequeños no tienen medios para ello. Sin embargo, existe un convenio con la Diputación Foral de Álava para que se ocupe de la gestión y mantenimiento de perros abandonados o perdidos en la zona rural alavesa, a excepción de Amurrio y Llodio. Este convenio no se activó por parte del ayuntamiento alavés porque consideraron que Pantxa no estaba abandonada y por ende no era necesario.

Un nuevo hogar

Indar Araba es una organización formada por profesionales del mundo del perro con el objetivo de ayudar a otros animales y, desde hace unas semanas, también es el hogar de Pantxa. Judit, miembro de esta asociación, explica que inicialmente no podían acoger a Pantxa: “Estamos saturados y recibimos llamadas todos los días de gente que se quiere deshacer de sus animales. La situación está fea y adopciones hay pocas”. A pesar de la situación de esta organización, una vez que se enteró de la situación de Pantxa no pudo negarse.

Judit consiguió la cesión de la perra tras hablar con sus dueños por WhatsApp. Tras otorgarla, éstos se arrepintieron y, ante la negativa de la asociación para devolvérsela, comenzaron a amenazar a Judit telefónicamente. La situación requirió de la intervención de la Ertzaintza para que cesaran sus acciones.

Ahora Pantxa reside en Indar Araba y la definen como “una perra buenísima que le encantan los niños”. Desde el Instagram de la asociación se puede ver el progreso de los cachorros y permitirán visitas a partir de mediados de agosto.

En cuanto a los dueños, la Ertzaintza realizó un informe a la Fiscalía de Medioambiente contra ellos por maltrato animal. La Fiscalía ha desestimado este informe.