Conocer de cerca el ambiente de vida de la Edad de Hierro y de Bronce y disfrutar de las maravillosas vistas de Dulantzi. Éste es el doble objetivo de las visitas que se ponen en marcha este mes de julio en la localidad para conocer su paisaje cultural.
“Tras el éxito del pasado año, repetimos las visitas guiadas al paisaje cultural de Alegría-Dulantzi en los meses de julio, agosto y septiembre”, explican desde la organización del evento.
Las visitas guiadas darán comienzo el 21 de julio y se prolongarán hasta el 8 de septiembre. “Serán los viernes de 16.30 a 19.30 horas”, explican desde la organización. Para participar es necesario reservar en la oficina de turismo de la Llanada Alavesa.
La propuesta pasa por conocer el Castro de Henaio, un antiguo poblado fortificado establecido al final de la Edad de Bronce, que tuvo su desarrollo en la Edad de Hierro (840-100 a.C.). Las excavaciones arqueológicas realizadas a principios de los años setenta permitieron profundizar en los conocimientos sobre el estilo de vida de las gentes de esta época y gracias a ello, se han podido reproducir con bastante fidelidad dos habitáculos y varios tramos de las defensas amuralladas.
Después se visitará la ermita de Ayala, en el despoblado del mismo nombre: una construcción de estilo románico del siglo XIII en cuyo interior destacan los canecillos con sus peculiares formas zoomorfas, además, de las doce cruces de consagración de época medieval. Este templo forma parte de una de las etapas del Camino de Santiago.
Por último, se recorrerá el casco histórico de Alegría-Dulantzi y sus puntos más importantes. Conoceremos la historia del surgimiento de la villa, la contextualización de la ubicación, su ayuntamiento o la iglesia de San Blas, entre otros.
La visita tiene una duración de unas tres horas. Con la puesta en marcha de las visitas se pretende acercar el paisaje cultural de Alegría-Dulantzi. Uno de los principales atractivos del recorrido será el Centro de Interpretación Arqueológica del Castro de Henaio de Dulantzi. El complejo cuenta con una reproducción de dos casas, similares a la Edad del Hierro, y dos tramos de muralla de una longitud de cuatro metros cada uno.
Este yacimiento arqueológico, fue descubierto como poblado de la Edad del Hierro, en una prospección por la zona llevada a cabo por Armando Llanos, María Nieves Urrutia y Jaime Fariña en el año 1968. Un análisis de los restos localizados puso de manifiesto su interés e importancia planteando su excavación que se llevó a cabo entre los años 1969 y 1970. Las excavaciones se realizaron sobre una de las terrazas de la parte alta del cerro. Pudiendo aislarse tres niveles, de otras tantas fases de poblamiento. En el primer nivel se vieron algunos muretes de piedra, que estaban muy deteriorados por las labores de labranza. En el siguiente nivel inferior se puso al descubierto una de las plantas de las viviendas, que conservaba su trazado de planta circular. Bajo este nivel otro, que correspondía al primer asentamiento humano en el cerro, presentaba los restos de los hoyos para anclar los postes de madera de las primeras construcciones. Los materiales encontrados en estos niveles, una vez estudiados arqueológicamente y realizado su análisis radiocarbónico fecharon estas diferentes etapas de población con un origen de alrededor del siglo XI-X a.C. (Bronce Final) llegando a las últimas etapas en los siglos IV-III a.C. (Hierro Final). Se puede calcular, por tanto, que el poblado tuvo una vida a lo largo de, aproximadamente, 800 años.
Reproducción de dos casas
El Castro de Henaio cuenta con la reproducción de dos casas, similares a las de la Edad de Hierro, aparecidas en las excavaciones del Castro de Henaio. De planta circular, con un diámetro de 6 metros y de 4,5 metros de altura, el recinto cuenta con paredes con estructura de postes verticales con cerramiento de palos en trabajo de cestería y manteado con mortero. Además se ha realizado la reproducción de dos tramos de la muralla en una longitud de ocho metros cada uno de ellos.
En este caso de Henaio se eligió una colina con fuertes pendientes por tres de sus lados, que además se reforzaron con una defensa artificial en forma de terrazas y muros, que lógicamente fueron más potentes, en su lado sur, que carecía de una defensa natural apropiada. Desde su altura se controlaba una zona de paso natural, en dirección este-oeste, así como aquellos que a través de los montes de Vitoria, hacían posible la entrada de gentes a la Llanada Alavesa, desde el sur.
El Castro de Henaio está situado a unos 664 metros de altura y es un elemento de gran interés tanto histórico como paisajístico, ya que se encuentra en un espolón de la ladera norte y rodeado de abundante vegetación.
Desde la parte alta, donde debió emplazarse un castillo medieval, se contempla una amplia panorámica de toda la Llanada, especialmente, del recorrido por el camino del itinerario histórico-cultural. A lo largo de la visita, existen varios módulos informativos que van explicando cada uno de los puntos cardinales.
Además de este enclave durante la visita se conocerá la ermita románica de Nuestra Señora de Ayala, del siglo XIII y que tiene una elegante portada de tres arcos. En ella habita la patrona de la villa, la Virgen de Ayala. También la localidad de Alegría-Dulantzi, villa fundada en 1337 por Alfonso XI, lo que dio lugar al despoblamiento de las aldeas próximas. La que su torre neoclásica de la iglesia parroquial de San Blas (s. XIV a XVI, con elementos románicos) domina toda la población y donde también destacan edificios como la Casa de los Gaona, el convento de Santa Clara o el Ayuntamiento, erigido en los años finales del siglo XVIII por el mismo creador de la torre de la iglesia parroquial. A la entrada de la villa se encuentra una casa con el escudo de los Gaona, linaje arraigado a la villa desde la fundación de la misma y luego entroncado con el de los Lazcano.