Cada vez son más los malhechores que eligen a sus víctimas por internet, ya que el ciberespacio les ofrece la posibilidad de robar dinero o datos personales y empresariales sin que sea a punta de navaja, con la comodidad de hacerlo desde sus casas y con penas más leves.

Prueba de ello es que la ciberdelincuencia en Euskadi ha aumentado un 41% en los tres últimos años y suponen ya una de cuatro denuncias que registra la Ertzaintza. Solo en lo que llevamos de año, en Álava, ha habido 1.396 delitos informáticos en el primer cuatrimestre, que suponen un 27% más en comparación con el mismo periodo del año anterior, según los datos del Departamento vasco de Seguridad a los que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

En total, en Euskadi de enero a abril la Ertzaintza ha contabilizado 8.159 denuncias, un 22% más que en los cuatro primeros meses de 2022 y por territorios, el alavés es el que experimenta mayor crecida, en comparación con el 24,33% de Gipuzkoa y el 19,07% de Bizkaia.

Tipología de infracción

De todas las infracciones que se producen en internet, las más habituales tanto en Euskadi como en Álava son las estafas informáticas. En este territorio, en concreto, hubo 1.224 denuncias registradas durante el primer cuatrimestre, frente a las 957 del mismo periodo del año anterior, esto es, un 28% más. Su objetivo es el de hacerse con el dinero ajeno, por lo que se enmarcan dentro de los delitos “Contra el patrimonio y el orden socioeconómico”, que en 2022 llegaron a un total de 3.075 en Álava.

Un ejemplo son los SMS o correos electrónicos que se hacen pasar por entidades bancarias, empresas de paquetería e incluso Hacienda, en el que se incluye un enlace para que el destinatario pinche con la intención de que él mismo, sin darse cuenta, ofrezca sus datos, ya sea para hacerse con las claves bancarias o con los datos personales para hacerse pasar por la víctima con el fin de cometer luego otros delitos. Y es que, como matizan desde el Departamento de Seguridad, “en una denuncia puede haber dos delitos”.

Las segundas más numerosas en Álava son las ciberfalsificaciones, con 68 en este primer cuatrimestre, frente a las 73 del mismo periodo del año pasado. Y aquí entran desde la falsificación de documentos públicos o privados; a hacer uso de un documento falso; falsificación de tarjetas de crédito, débito y cheques de viaje y usurpación del estado civil. En cuanto a este último, consiste en conseguir datos personales con el fin de, por ejemplo, abrir cuentas de internet con el nombre de la víctima.

Y hay veces que esta no se entera de lo que le ha pasado hasta que le llega a casa una notificación judicial acusándole de estafar a otras personas. “Eso te perjudica a ti porque no te enteras de lo que ha pasado hasta que te llega la notificación y tienes que demostrar lo que ha pasado. Cuando se denuncia, se trata de llegar al culpable, pero con internet esto se ha multiplicado exponencialmente porque es mucho más fácil acceder a datos personales para abrir cuentas falsas o hacer compras a tu nombre”, precisan desde la Ertzaintza.

El tercer delito más frecuente son las ciberamenazas y cibercoacciones (60 frente a las 40 del mismo periodo). Se engloban en el tipo de infracciones contra la libertad (que incluye amenazas y acoso), y aquí entra el ciberbullying entre menores o el acoso cibernético entre adultos. El caso típico son a exparejas.

A empresas

Las cuartas más comunes, aunque su número ya no es tan abultado, son los ciberataques informáticos, ya que, en concreto, hubo cinco, frente a los tres del mismo periodo del año anterior. Se enmarcan dentro de “daños informáticos” y sus víctimas suelen ser empresas. “Normalmente, entran en tus servidores, te los encriptan y piden dinero”, detallan.

Los siguientes son los delitos por descubrimiento y revelación de secretos, aunque solo ha habido tres denuncias en el primer cuatrimestre, frente a las 14 del primer cuatrimestre de 2022. Se enmarcan en las infracciones contra la intimidad y el derecho a la propia imagen. Las empresas suelen ser también las más afectadas.

En cuanto a los ciberdelitos sexuales, hubo tres, de enero a abril en Álava, frente al único caso que se contabilizó en el primer cuatrimestre de 2022. Ejemplos de ello son contactar con un menor de 16 años con fines sexuales, tras ganarse poco a poco su confianza; acoso sexual; exhibicionismo y provocación sexual y la pornografía de menores o de personas con discapacidad. “El que más hay es el grooming, que es el acoso y abuso sexual a menores de 16 años”, aclaran.

Por último, en el apartado Otros delitos informáticos se registraron 33 en el primer cuatrimestre, frente a los ocho del mismo periodo del año anterior. Y aquí entrarían delitos contra la propiedad intelectual, discriminación por motivo de raza, trato degradante...

Delitos informáticos

En Álava. En lo que llevamos de año, ha habido 1.396 delitos informáticos en el primer cuatrimestre, que suponen un 27% más en comparación con el mismo periodo del año anterior.

En Euskadi. En total, en Euskadi de enero a abril la Ertzaintza ha registrado 8.159 denuncias por delitos informáticos, un 22% más que en los cuatro primeros meses de 2022. Por territorios, el alavés es el que experimenta mayor crecida, en comparación con el 24,33% de Gipuzkoa y el 19,07% de Bizkaia.

Estafas informáticas. En Álava, de enero a abril, ha habido 1.224, un 28% más en comparación con el mismo periodo. También son las que más se cometen en el conjunto de Euskadi, con un total de 7.245 (19,91% más). Ejemplos de ello son los SMS o correos electrónicos que suplantan a entidades bancarias y que incorporan un enlace para que la víctima ofrezca desde sus datos personales, para cometer posteriormente otro delito, a sus claves bancarias.

Ciberfalsificaciones. En Álava ha habido 68 en este primer cuatrimestre, frente a las 73 del mismo periodo del año pasado. Y aquí entran desde la falsificación de documentos públicos o privados; a la falsificación de tarjetas de crédito, débito y cheques de viaje y usurpación del estado civil. En cuanto a este último, consiste en conseguir datos personales con el fin de, por ejemplo, abrir cuentas de internet con el nombre de la víctima

Ciberamenazas y cibercoacciones. De enero a abril hubo 60 en Álava, frente a las 40 del mismo periodo del pasado año. Se engloban en el tipo de infracciones contra la libertad (que incluye amenazas y acoso), y aquí entra el ‘ciberbullying’ entre menores o el acoso cibernético entre adultos, por ejemplo, a exparejas.

Ciberataques. En Álava hubo cinco en el primer cuatrimestre, frente a los tres del mismo periodo del año anterior. Sus víctimas suelen ser empresas, cuando entran en sus servidores y los encriptan pidiendo dinero, a modo de rescate, para devolverlos a su estado original.

Revelación de secretos. Hubo tres denuncias en Álava en el primer cuatrimestre. Las empresas suelen ser también las más afectadas.

Ciberdelitos sexuales. Hubo tres, de enero a abril en Álava, frente al único caso del primer cuatrimestre de 2022. Ejemplo de ello es contactar con un menor de 16 años con fines sexuales, tras ganarse poco a poco su confianza

Otros delitos informáticos. Se registraron 33 en Álava en el primer cuatrimestre, frente a los ocho del mismo periodo del año anterior.