La Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro ha comenzado el expediente de extinción del derecho concesional de la llamada central hidroeléctrica de Campezo, de propiedad particular. La razón esgrimida para extinguir ese derecho es el fin del plazo concesional, que se había otorgado para el aprovechamiento de aguas derivadas del río Ega en el término municipal de Campezo. El permiso afectaba a un caudal de 1.000 litros por segundo con destino a usos industriales para producción de energía eléctrica, que fue concedido mediante resolución gubernativa de 21 de septiembre de 1888 y posteriormente modificado por resolución gubernativa de 24 de junio de 1924.
Aunque como titulares aparecen en el registro de la Confederación Hidrográfica del Ebro un total de cinco personas, la realidad es que la central había dejado de funcionar y por ello se ha procedido a extinguir ese derecho.