El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Bittor Oroz, y el Diputado de Agricultura y Ganadería de la Diputación Foral de Álava, Eduardo Aguinaco, han presentado esta mañana el proyecto Gen i Agro Alavés, auspiciado por las dos administraciones y en el que participan el centro tecnológico NEIKER y las asociaciones sectoriales UAGA, ABERE y GARLAN.

Indicadores para extraer conclusiones

El objetivo es analizar la huella ambiental o de las explotaciones y mostrar con datos sus aportaciones al mantenimiento del medio ambiente. Se utilizará el software de Análisis de Ciclo de Vida SimaPro, una potente herramienta capaz de cuantificar numerosos indicadores ambientales para extraer conclusiones sobre el “ciclo de vida” de las explotaciones.

“Éste, ha explicado Oroz, es un proyecto piloto, vivo, abierto, escalable y en cooperación que posibilitará el intercambio de conocimiento, la innovación, la digitalización y la modernización del sector agro alavés para marcar la tendencia a seguir en Euskadi de cara a posicionarse como Territorio Neutro en Carbono, y ser así una referencia en Europa. Hay que tener en cuenta que un repositorio de datos de inventarios de ciclos de vida y su correspondiente análisis de ciclo de vida para los productos agroalimentarios de Euskadi es la clave para obtener la sostenibilidad del primer sector".

Aprovechar los recursos

Por su parte el Diputado Aguinaco ha señalado que “se trata de garantizar la seguridad alimentaria sin comprometer la acción por el clima o la biodiversidad. Es decir, reducir la huella ambiental y climática del sistema alimentario en Araba. Y que esta transición global busca una agricultura competitiva y sostenible en una triple perspectiva; la económica, social y medioambiental.

Por lo tanto, la clave pasa por ser capaces de producir más con menos. Con menos impacto y aprovechando los recursos y prácticas endógenas de los ciclos de vida y lo suelos. Debemos aprovechar esta oportunidad para que Álava sea vanguardia en esta materia y lidere la implantación y el conocimiento en estas prácticas”.

Proyecto GEN i AGRO ALAVÉS

El objetivo del proyecto es analizar el balance de carbono asumiendo el reto de que Álava comience a dar los pasos como banco de pruebas para obtener datos reales de emisiones de CO2, pero también de absorciones, capturas y almacenamiento, de cara a poder ofrecer datos reales a la contribución que realiza el sector primario a la sociedad.

No se puede obviar que, para conseguir la neutralidad del sector, deben reducirse al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la práctica agroganadera. Para ello, el primer paso es el cálculo de las emisiones de CO2 (HC) y ello implica la recopilación de una serie de datos correspondientes al cultivo o explotación ganadera (Inventario de Ciclo de Vida –ICV-) que son los que limitan la calidad del resultado y por tanto la fiabilidad de la HC.

Por tanto, para reducir el impacto ambiental del sector agroganadero de Euskadi es imprescindible contar con una base de datos de inventarios y análisis de ciclo de vida de país que representen la realidad de Euskadi.

Esta base de datos debe permanecer viva a lo largo del tiempo y tiene que funcionar como un repositorio de los análisis de ciclo de vida de los productos principales y productos auxiliares de gran impacto (por ejemplo, fertilizantes) que se vayan realizando en Euskadi.

Formación específica de personal

En el proyecto Gen i Agro Alavés se va a formar al personal técnico de las cooperativas, asociaciones y centros de gestión más representativos de Álava para que puedan calcular el impacto ambiental la HC de sus explotaciones y así ir generando un repositorio de datos reales que nos permitirá avanzar en materia de sostenibilidad.

Por otro lado, hay que poner en valor la capacidad de secuestrar carbono de los suelos. Los suelos constituyen la mayor reserva de carbono terrestre, almacenando casi tres veces más carbono que la biomasa aérea y el doble de la cantidad de carbono presente en la atmósfera. Una gestión agraria fundamentada en prácticas que fomenten el secuestro de carbono puede contribuir al secuestro de carbono.

De hecho, se considera que el aumento del contenido de carbono orgánico en los suelos agrarios tiene un gran potencial para la captura de CO2. En el proyecto Gen i Agro Alavés también se van a dar los primeros pasos en este sentido. Se va a medir el C del suelo de 60 explotaciones con diferentes prácticas de manejo con el fin de conocer los niveles actuales y medir a lo largo de los años cómo evoluciona el C de estos suelos tras la puesta en marcha de técnicas de manejo más sostenibles.