Desde hoy miércoles está abierto el plazo para la presentación de proyectos para el programa Auzolandegiak de campos de voluntariado juvenil de la Administración vasca para este 2023, proceso que cerrará dentro de quince días.

Se entiende por campo de voluntariado juvenil la actividad en la que jóvenes de diferentes procedencias se comprometen de forma voluntaria y desinteresada a desarrollar un proyecto de trabajo de proyección social y de actividades complementarias durante un tiempo determinado. La realización del proyecto es un medio para fomentar valores de convivencia, tolerancia, solidaridad, participación y aprendizaje intercultural, entre otros.

Las entidades públicas y privadas sin ánimo de lucro interesadas en desarrollar alguna iniciativa podrán presentar proyectos de cualquier tipología o modalidad en cuanto a la temática del trabajo que deban desarrollar las personas voluntarias en el campo: medio ambiente, arqueología, reconstrucción, trabajo social, teatro, arte, recuperación del patrimonio, etc.

Estos campos de voluntariado juvenil se desarrollarán preferentemente durante los meses de julio y agosto. No obstante, la dirección de Juventud podría valorar extender la duración del programa Auzolandegiak de campos de voluntariado juvenil a los meses anteriores y posteriores, dependiendo de la oferta de proyectos recibida por parte de las entidades interesadas.

Los campos se desarrollarán preferentemente en dos turnos de quince días cada uno, pudiendo realizarse, no obstante, un único turno de quince días con alrededor de veinte jóvenes.

Llodio, Maeztu y Valdegovía

Llodio, Maeztu y Valdegovía fueron los tres enclaves alaveses que en 2021 pudieron desarrollar campos de trabajo de voluntariado juvenil, ya que en 2020 no hubo por la pandemia.

El año pasado, en Álava fueron dos los proyectos aprobados. Uno fue la continuidad de la recuperación arqueológica en la fábrica de asfaltos de San Ildefonso, en Korres, que contó con un turno de trabajo.

Por su parte, en Llodio, tras dedicar el campo de la edición anterior a la recuperación ambiental del calero, nevera y sendas del entorno del santuario de Santa María del Yermo, el pasado año se eligió la excavación arqueológica, control y seguimiento del campo de trabajo en la ermita de Santa Cruz de Gardea.