El presente curso académico ha traído novedades en ciclos formativos de grado superior a varios institutos de Euskadi, uno por provincia, elegidos por el departamento de Educación y que se han ofertado por primera vez en la Comunidad Autónoma Vasca. Uno de ellos es el de Movilidad Segura y Sostenible del que, tras dos años de formación, surgirán los futuros profesores de autoescuela o asesores de instituciones a la hora de elaborar los planes públicos de movilidad de las ciudades, por poner algún ejemplo de las salidas laborales que tendrá el alumnado que ha optado por matricularse en esta nueva formación.

En concreto, en Álava es el instituto de secundaria Ciudad Jardín de Vitoria-Gasteiz, adscrito a la red pública Ikaslan, quien lo imparte; mientras que en Bizkaia, se oferta en el CIFP Elorrieta Erreka Mari de Bilbao, y en Gipuzkoa, en el Don Bosco de Rentería. Este último ha organizado mañana viernes un evento para que el alumnado de este nuevo ciclo conozca de primera mano el testimonio de personas involucradas en mejorar la seguridad vial de nuestras carreteras y ciudades.

Uno de ellos será el vecino de la localidad alavesa de Artziniega, Mateo Lafragua (1955), que acudirá para presentar y debatir su estudio, vídeo incluido, sobre la repercusión de los resaltos en las emergencias. Un trabajo en el que él mismo, como doble trasplantado renal, muestra el calvario que supone para un enfermo trasladado en ambulancia cada paso por un resalto, y que le llevó a obtener, en 2018, el Premio Ciudadano Ponle freno.

Visibilizar un problema

Aquello sirvió para comenzar a visibilizar un problema, con el que se ha paseado por decenas de despachos e instituciones, y del que, poco a poco, se van dando pasos, aunque aún queda mucho camino por recorrer. “Todo son felicitaciones por mi investigación y compromisos de actuar. Luego, la realidad es otra. Eso sí, hoy los resaltos se debaten y se cuestionan, todo un logro”, explica Lafragua, que no ha dudado en aceptar la invitación del instituto guipuzcoano para poder concienciar de su lucha a quienes, en pocos años, tendrán el poder de asesorar al respecto.

“Intentaré incidir en los graves riesgos que los resaltos son para las emergencias en general y las sanitarias en particular, llegando a poner en riesgo la vida del paciente trasladado de urgencia y atentando claramente contra la salud de los profesionales de las emergencias”, subraya.

Y es que para una persona infartada, cada minuto sin asistencia supone un 10% más de riesgo para su vida. “En cada resalto una ambulancia de emergencia pierde unos 10 segundos, está combinación puede decidir que el paciente llegue vivo o no a las urgencias hospitalarias”, señala. Pero no se queda ahí. De hecho, en un politraumatismo, “la velocidad tiene que ser constante sin frenazos ni acelerones. Una medida que va en beneficio de la salud del paciente, que es imposible llevarla a cabo en vías con resaltos. Una simple rotura de tibia puede complicarse gravemente en vías con resaltos por el riesgo de desgarros internos”, añade.

Asismimo, Lafragua destaca la incongruencia de que los ayuntamientos justifiquen la instalación de resaltos con paso de cebra por la seguridad del peatón. “Nos los venden así, pero nada más lejos de la realidad. En un paso de cebra tradicional, un atropello a 30 kilómetros por hora, el impacto suele ser sobre las rodillas y el peatón tiende a caer sobre el capó. En ese mismo atropello y a la misma velocidad en un paso elevado, el impacto es sobre el abdomen con riesgo de graves lesiones internas y el peatón cae debajo del vehículo con el riesgo que ello supone. ¿Estamos protegiendo al peatón?”, se pregunta.

Falta de estudio oficial

Un debe importante en esta materia es la inexistencia de estudios oficiales al respecto, salvo un par de informes en el Estado, aunque sí existe uno de Urgencias de Osakidetza que indica que no se ponga ningún tipo de elemento en las vías que llevan a las urgencias hospitalarias. Asimismo, una orden dictada en su día por la Consejera Tapia, regulando la colocación de resaltos, dice que no se utilicen estos elementos en las vías habitualmente utilizadas por las emergencias.