La nueva legislación sobre energías renovables, la eficiencia y competividad de la tecnología fotovoltaica y la conciencia mediambiental ciudadana han hecho que en 2022 una decena de particulares, empresas e instituciones alaveses hayan iniciado los trámites para instalar, en total, cerca de un megavatio de potencia pico para autoconsumo en suelos no urbanizables. Esta potencia equivale a la necesaria para abastecer a 300 viviendas con un consumo de 3.487 kilovatios/hora anuales, la media española según el informe Consumos del Sector Residencial en España de IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.

A esta potencia hay que sumar además la que cientos de particulares están instalando en sus tejados, especialmente en el ámbito rural, o los proyectos Ekiola, parques fotovoltaicos promovidos desde la iniciativa público-privada bajo un modelo cooperativo.

A lo largo del año, la Diputación Foral de Álava ha declarado de interés público diversos proyectos repartidos por todo el territorio con potencias instaladas que van desde los 2,28 hasta los 366 kilovatios. En total todas estas iniciativas suman 992 kilovatios, en un momento en el que el territorio está inmerso en plena transicion energética. Así, según la Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en 2021, las administraciones públicas deben lograr para 2030 que el 74% de la energía que se produce provenga de fuentes limpias, y que el 42% del consumo final en viviendas, industrias o medios de transporte sea renovable.

A día de hoy, Álava solo produce el 8% de sus necesidades energéticas sin generar emisiones de gases de efecto invernadero. El reparto del consumo de energía en el territorio va desde el 13% para uso doméstico hasta el 34% para la industria, y el resto se consume en la movilidad.

Desde la Diputación y el Gobierno Vasco se está promoviendo la creación de parques eólicos y fotovoltaicos de gran superficie, con capacidades de producción de 40 megavatios en el caso de los aerogeneradores o de hasta 24 megavatios en el caso de Ekian, el gran parque solar del sur del territorio. De salir adelante todos los proyectos –el último una planta eólica en Laminoria– Álava sumaría en unos años algo más de 400 megavatios de potencia renovable a partir de estas grandes instalaciones.

De forma paralela, cada vez más el autoconsumo se contempla como una alternativa para la transición energética que, con instalaciones más modestas, pero adaptadas a las necesidades energéticas del usuario y repartidas por todo el territorio, pueden contribuir a reducir el balance de emisiones de gases de efecto invernadero hasta los parámetros marcados por la Ley.

De hecho, 2022 no solo ha supuesto un punto de inflexión en esta materia en Álava, sino también en el conjunto del Estado, que ha mejorado los datos históricos del ejercicio anterior, cuando la potencia instalada se elevó ya hasta los aproximadamente 1.200 megavatios, un 100% más que en 2020, según los datos de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) y la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). En 2022 se estima que la cifra ascendió hasta los 2,2 gigavatios.

Vega Sicilia

En Álava, el año pasado, entre las entidades que estaban inmersas en pleno papeleo para poner en marcha sus propias instalaciones las había de todo tipo y tamaño.

En febrero, por ejemplo, el boletín oficial del territorio declaraba de interés público el proyecto de Bodegas Benjamín de Rothschild & Vega-Sicilia. La empresa había solicitado licencia para instalar 228 placas solares, capaces de generar 128,6 kilovatios, en una parcela no urbanizable del municipio. Ya en julio, se declaraba de interés público el proyecto de la junta administrativa de Trespuentes. La entidad había pedido al Ayuntamiento de Iruña de Oca licencia municipal para crear la comunidad energética local Trasponte, en una parcela de suelo no urbanizable. La potencia instalada en este emplazamiento será de 120 kilovatios.

A finales de agosto se declaraba de interés público el proyecto de la Asociación Comunidad de Vecinos de Olabarri por la Sostenibilidad, que solicitó licencia al Ayuntamiento de Iruña de Oca para poner en marcha una instalación fotovoltaica de autoconsumo en la parcela 668 polígono 2 de Ollavarre, en suelo no urbanizable. Las placas serán capaces de generar 38,64 kilovatios.

En Ribera Baja, en la localidad de Ormijana, se pretende poner en marcha una comunidad energética de autoconsumo consistente en una instalación solar fotovoltaica de 31,8 kilovatios instalados para abastecer a 16 socios. La instalación consta de 60 paneles colocados sobre estructuras fijadas al suelo, y en septiembre se declaró el interés público del proyecto.

Autoconsumo industrial

Más ambicioso es el proyecto de la firma Pferd Abrasivos para instalar, en el polígono industrial Asparrena-San Millán, una planta fotovoltaica con una potencia nominal de 270 kilovatios para autoconsumo sin excedentes. El Botha anunció en octubre la exposición pública de la licencia de actividad preceptiva.

Idéntico trámite se publicó en el boletín del territorio en las mismas fechas para Olan SA, que solicitó licencia municipal para construir una planta fotovoltaica con una potencia nominal de 366,3 kilovatios para autoconsumo sin excedentes, también en el polígono de Asparrena-San Millán.

Ya en noviembre, el Botha anunciaba la declaración de interés público del proyecto de instalación fotovoltaica de autoconsumo en Ordoñana, en una parcela no urbanizable del municipio de San Millán, que con 67 placas solares será capaz de producir 35,5 kilovatios.

Por último, también en noviembre se declaraba el interés público del proyecto de instalación fotovoltaica de autoconsumo en la parcela 151 polígono 7 de Comunión, en suelo no urbanizable del municipio de Lantarón. Un particular había solicitado ante el Ayuntamiento licencia municipal para colocar seis placas capaces de generar 2,28 kilovatios destinados a autoabastecer a su vivienda.

Los datos

Autoconsumo. Las administraciones tramitaron en 2022 las solicitudes de una decena de ciudadanos particulares, instituciones locales y empresas para instalar parques fotovoltaicos en suelos no urbanizables del territorio.

Potencias. Las instalaciones en tramitación abarcan desde los 2,28 kilovatios para el abastecimiento de una vivienda hasta los 366,3 que quiere producir una empresa del polígono industrial de Asparrena-San Millán.

Renovables en Álava. Actualmente el territorio alavés solo produce el 8% de sus necesidades energéticas a partir de fuentes limpias. Son algo más de 100 megavatios que producen principalmente los parques eólicos de las sierras de Badaia (50 megavatios) y Elgea-Urkilla (32 MW); y Ekian, el gran parque solar del sur del territorio capaz de producir hasta 24 megavatios.

El consumo en Álava. El reparto del consumo en el territorio alavés va desde el 13% empleado para el uso doméstico hasta el 34% para la industria, y el resto se consume en la movilidad.

Exigencia legal. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en 2021 señala que las administraciones públicas del Estado deben lograr para el año 2030 que el 74% de la energía que se produce provenga de fuentes renovables, y que el 42% del consumo final en viviendas, industrias o medios de transporte también lo sea.

La cifra

300 Viviendas podrían abastecerse con la energía fotovoltaica que producirán los proyectos de parques solares tramitados en 2022 en Álava en suelos no urbanizables. Además, cientos de familias alavesas están instalando placas fotovoltaicas en sus tejados para autoabastecerse de energía renovable.