Hace ya casi trece años, cuando arrancaba la Interprofesional del Vino de Rioja, que Abra se quedaba navegando en solitario frente a los intereses de los grupos más grandes. Y no era porque plantease una salida de la Denominación, ni por crear alternativas asociativas. Lo que ocurría es que la gerente de Abra, Inés Baigorri, pedía una cierta reflexión sobre cómo valorar las producciones, "porque lo que se ha recogido no son los 6.500 kilos permitidos. Si yo, a la cepa, la cargo hasta la saciedad, no debería tener la misma calificación que a mi ‘cepita’ que tiene solo tantas uvas”. O planteaba que no es la misma idea de negocio la que desarrollan las bodegas en Rioja Alavesa que las cooperativas de la entonces Rioja Baja. Entre otras cosas.

Dos años después, en la entrega de los premios de Abra, la misma responsable de la asociación, se lamentaba de que “ahora ni se nos permite valorar la tipología de tierras que tenemos, el valor de nuestro producto cae en picado, no se valora al viticultor ni la viticultura como un bien a preservar y por supuesto consideramos que las políticas que nos marcan desde nuestro Consejo regulador no defienden lo que debería ser la verdadera hoja de ruta de la Denominación: la búsqueda, el fomento, la defensa de nuestros valores diferenciadores. Es una lástima”.

Pocas semanas después volvía a insistir en otra entrevista en su lucha "para que las subzonas estén mejor representadas y haya diferenciación de tipologías de terrenos, de vinos, de explotación, que creemos que pueden mejorar la promoción e imagen que fuera se tiene de Rioja”. “Que haya esa diferenciación de subzonas o de territorios, que facilitará que tengamos un sombrero más fuerte. Y añadía “no tenemos una Denominación, pero ójala pudiéramos contar con algo similar de manera que pudiera enriquecer aún más el sombrero total”.

Un año después, en 2013, a raíz de la designación del nuevo presidente del Consejo Regulador. J. A.Lecea, por iniciativa del Grupo Rioja, sin contar con la opinión de los vocales que representan al sector productor en general y a Rioja Alavesa en particular, el Gobierno Vasco decidió anunciar que abandonaba temporalmente la asistencia al Consejo tras las reuniones, casi secretas, que el entonces presidente de La Rioja, Pedro Sanz, mantuvo con miembros de ASAJA para designar al candidato a la Interprofesional y al Consejo. La decisión vasca provocó que Pedro Sanz descalificara la medida y la consejera Tapia le tuvo que sugerir al presidente riojano que “lo que ayudaría al vino de Rioja es contar con un organismo independiente, que actuara como tal, que no mostrara un absoluto desprecio al sentir de algunas de las partes constituyentes y que ante una crítica, basada además en datos demostrados y flagrantes incumplimientos de acuerdos adoptados, respondiera buscando el consenso y no la confrontación”. Para Tapia, “el vino de Rioja debe dejar atrás el pensamiento único y luchar conjuntamente teniendo en cuenta las necesidades y los pareceres de todos”.

Uso de Rioja Alavesa 

En el mes de septiembre de 2014 fue la consejera Arantxa Tapia quien, en unas declaraciones con motivo de la Fiesta de la Vendimia, en Labastida, anunció que a finales de ese mes se presentaría al sector del vino un documento personalizando aún más la Zona de Rioja Alavesa, como ya anticipara hace un año, pero no quiso explicitar más hasta no haber informado previamente a los vitivinicultores alaveses. El asunto se quedó de esa manera hasta que pocos días después, tras un encuentro con organizaciones en la Cuadrilla de Rioja Alavesa, Bittor Oroz, viceconsejero de Agricultura, desveló que la propuesta la habían llevado ABRA y UAGA y que el planteamiento que se hacía, en una primera fase, es que el nombre de ‘Rioja Alavesa’ aparezca en las etiquetas al mismo tamaño que ‘Rioja’.

En ese sentido, poco después, fue el representante de UAGA, Jesús Bauza, quien insistió al reclamar que, "en vez de poner Rioja en la camisa, se ponga Rioja Alavesa, para que en los puntos de venta sepan que están comercializando un vino de Rioja Alavesa”. “El problema es que el Consejo Regulador dice que Rioja es todo. Nosotros les contestamos que dentro de Rioja hay diferentes niveles de calidad. Ese es el reto”. Sin embargo, matizó que “si ahora ponemos ‘Vinos de Álava’ hay que empezar de cero”, insistiendo en el objetivo de usar Rioja Alavesa con el mismo tamaño que Rioja.

Al Consejo le faltó tiempo para solicitar el registro en la oficina europea de propiedad intelectual, EUIPO, el nombre de Rioja Alavesa, con lo que la denominación de esta comarca natural quedó en propiedad del Consejo Regulador para todo lo relacionado con el vino o el viñedo. Y lo hizo sin avisar, demorando una reunión solicitada por ABRA y UAGA para tratar precisamente del uso de ese nombre mientras se realizaba la gestión en Bruselas.

Por las mismas fechas emerge la figura de Juan Carlos López de la Calle, gerente de Bodegas y Viñedos Artadi, de Laguardia, que siempre ha destacado por su mensaje sobre la búsqueda de la identidad de los vinos de Rioja Alavesa. Pero en esta polémica sobre el etiquetado afirmó que “no es cuestión de tamaño, que sea más grande o sea más pequeño. Para mi, el hecho diferencial es la identidad, la diferenciación, la personalidad, la caracterización, la singularidad, la sectorización…” y afirmó que podría seguir añadiendo adjetivos que definieran realmente lo que siente y lo que transmite. López de la Calle explicaba que lo que llevaba defendiendo desde hace mucho tiempo es que en Rioja en general, “desde Alfaro a Fozaleche, hay mil vinos y lo que pretendemos es que se reconozcan, que se identifiquen, que el consumidor sea capaz de identificar de qué zona, de qué región, de qué parcela, de qué área, de qué paraje está bebiendo el vino”.

 

Ninguneo

 De nada sirvió el esperar. El Pleno del Consejo decidió negar el incorporar esa denominación de Rioja Alavesa, negó que hubiera una solicitud por parte de UAGA y ABRA, y ninguneo a la asociación bodeguera diciendo que apenas representaba el 4% del total de bodegas de la Denominación. A las críticas se sumó el Grupo Rioja que en un comunicado sacó músculo para recordar que “en el seno del Grupo se aglutina el tejido vitivinícola industrial en todas las subzonas de la DOCa Rioja y, concretamente en Rioja Alavesa, su representación “es más de ocho veces superior” a la de ABRA”.

Para redondear el cerco a las pretensiones planteadas, el Consejo Regulador decidió retirar la ayuda que daba a la Fiesta de la Vendimia para llevar a cabo el Concurso de Vinos que, por cierto, es el único y exclusivo que se centra en la Denominación Rioja. Esa medida se anunció a una semana de la fiesta.

Siete días despues, cuando aún no se había pronunciado el pregón de la fiesta, el diputado general, Ramiro González, anunció nada más llegar a Labastida que en pocos días estaría lista la documentación “que sirva de base para crear una denominación propia de estos vinos, en principio bajo el paragüas del actual Consejo Regulador”.

Las palabras del diputado fueron contestadas por el recién elegido presidente del Consejo, José María Daroca, afiliado de ASAJA, quien calificó sus palabras de “pataleo politico” y dio por sentado que “la Rioja Alavesa no se separará nunca del resto de la Denominación en ninguna circunstancia", al opinar sobre la propuesta.

 

Abandonos

 Ese año 2015 terminó con la confirmación de que la Bodega Artadi abandonaba la Denominación de Origen. Detrás quedaban muchos años de Juan Carlos López de la Calle buscando una personalidad diferenciadora para los vinos de la comarca tropezando siempre en la misma piedra: “Llevamos más de treinta años invirtiendo en la marca Rioja Alavesa. Yo el primero. Hemos dedicado muchísimo dinero, muchísimo tiempo y en Artadi fuimos de los primeros en llevar al Consejo de Ministros, a Madrid, el nombre de la comarca porque en los años ochenta se nos prohibió ponerlo en la etiqueta, y Madrid nos reconoció ese derecho. Pero todo ese esfuerzo ha sido baldío, no ha vendido nada. Yo estoy en el mundo, en el mercado y ningún consumidor, en ninguna parte del mundo, excepto un poquito aquí, en el País Vasco, reconoce Rioja Alavesa como algo extraordinario. Ya lo decía el exlehendakari Ibarretxe: ¡voy por el mundo y no veo Rioja Alavesa!. Eso es cierto y de la misma forma tampoco se ve Rioja Alta o Rioja Baja. ¿Qué quiere decirse?, ¡pues que esa división es demagógica!. Porque detrás hay un denominador común que es Rioja y el consumidor se confunde y al final todo es Rioja”.

 

Nace Viñedos de Álava

 Con todo esto se llega al verano de 2016, momento en el que ABRA confirma los movimientos para crear la Denominación de Origen Protegida, (DOP) Arabako Mahastiak / Viñedos de Álava. Al parecer había 40 bodegas interesadas y se había comenzado la tramitación administrativa ante el Gobierno Vasco. Ante ello, el Consejo reacciona y asegura que “la iniciativa no solo constituye una actuación desafortunada, sino que traiciona los principios básicos de funcionamiento de la Denominación”.

Sin embargo el anuncio coincide con que también desde el Consejo se anuncie la próxima modificación del pliego de condiciones para admitir elementos diferenciadores acordes a las peticiones de estos años pasados por parte de ABRA y UAGA.

En marzo de 2017 se confirma que el expediente de Viñedos de Álava sigue su tramitación de acuerdo con la legislación sobre las denominaciones protegidas y en el mes de junio es elegido Fernando Salamero como nuevo presidente del Consejo Regulador. Seguramente por casualidad, ese es el momento en el que el Pleno aprueba importantes modificaciones: equiparación de topografías de Rioja Alavesa y Rioja, creación de vinos de pueblo, cambios de Subzona a Zona, Viñedos Singulares o vinos espumosos.

Tras esas medidas, ABRA decidió dar un respiro al Consejo y se acordó paralizar el proceso de Viñedos de Álava mientras se ponían en marcha todos estos cambios.

Poco tiempo transcurrió para que ABRA denunciara que no se estaban cumpliendo las promesas en cuanto a promoción de los vinos de pueblo, zona o viñedos singulares y eso motivó que no se enviara la solicitud de paralización del proyecto administrativo.

Mientras tanto, en la Diputación Foral se trabajaba en la elaboración de un ‘Estudio sobre el posicionamiento de Rioja Alavesa como motor de desarrollo socio-económico territorial. Según explicaba la teniente diputado general, Pilar García de Salazar, a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA, “ese estudio no es sólo un análisis de la situación social y económica de la comarca, sino que pretende ir más lejos y se espera que aporte acciones específicas para el desarrollo del motor económico que es el vino y defina el Marco Estratégico de Posicionamiento de la Marca Rioja Alavesa en el mundo”.

Llegados a ese momento, se produce la renovación estatutaria de la presidencia de ABRA y el saliente, Gabriel Frías del Val, anuncia que el proyecto de Viñedos de Álava sigue adelante. “Nosotros somos libres para adoptar la decisión que queramos. Esto ya lo avisamos hace meses en una nota de prensa”, afirmó.

 

Bodegas de Euskadi

Se deja pasar el tiempo y en abril de 2019, de manera sorpresiva incluso para las instituciones, la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa, ABRA, envía una comunicación a las 109 bodegas que conforman la entidad comunicándoles que tenían a su disposición en el intranet de la web institucional una modificación de los estatutos para debatir en una asamblea con el fin de cambiar el nombre a ‘Asociación de Bodegas de Euskadi’, con lo que incorporan el cambio del ámbito de actuación abriéndose a todo el territorio vitivinícola del País Vasco.

La cuestión es que a la Asamblea General solo acudieron un total de 20 bodegas, de las 109 que componen la entidad. Y a la hora de votar tan solo hubo 12 votos a favor, 2 en contra y seis abstenciones. Es decir, que solo el 11% de los asociados apoyaron el cambio de Estatutos.

La iniciativa ocasionó un gran revuelo. Y no todo fueron apoyos, ya que hubo reproche del diputado general, cuando valoró que “Rioja Alavesa tiene prestigio y esa es la denominación que representa a esa comarca alavesa. Y por lo tanto, para mi es difícil entender que en Rioja Alavesa se renuncie a la denominación Rioja Alavesa. Es difícil de entender”. Por su parte, el Gobierno Vasco reconoció que se había enterado por la presa de esa medida.

Asimismo, otros asociados decidieron solicitar una asamblea extraordinaria para rechazar el cambio de nombre y recabaron las firmas necesarias para ello. La asamblea se celebró con una importante participación y se le devolvió el nombre a la asociación.

El tema no se quedó ahí, ya que un grupo de asociados quiso otra asamblea para ratificar o no a la Junta. La Asamblea sometió a la consideración la confianza hacia la Junta Directiva y el resultado de la votación fue de 45 votos de apoyo, 34 pedían el cambio y hubo una abstención y un voto en blanco, por lo que se mantuvo la Junta.

Ya en medio de la pandemia se hace público el abandono de ABRA de dos bodegas: Díez Caballero y Valserrano, por discrepancias, y en enero de 2020 el BOE publicaba un anuncio de la Comunidad Autónoma del País Vasco con el que se “continúa el procedimiento para la tramitación de la solicitud de protección e inscripción en el registro comunitario de la DOP ‘Arabako Mahastiak/Viñedos de Álava’ presentada por la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA), una vez comprobados que se cumplen las condiciones y requisitos establecidos en el Reglamento (UE) nº 1308/2013 del Parlamento europeo y del Consejo, de 17 de diciembre de 2013, por el que se crea la organización común de mercados de los productos agrarios”.

 

En el Congreso 

La necesidad de reformas la llevó al Congreso de los Diputados el grupo Vasco, que planteó un paquete de medidas, entre ellas que ante la existencia de Zonas (Rioja Alavesa, Rioja Alta y Rioja oriental), se pudieran crear consejos de ámbito territorial menor. La iniciativa, presentada por Mikel Legarda y retirada meses después, no planteaba romper el Consejo Regulador, sino de dotar de mejores recursos de gestión a las Zonas del Rioja o de las denominaciones supra-autornómicas.

Por último, el pasado 20 de octubre, el BOE publicó la Orden de 7 de octubre de 2022, del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, por la que se aprueba la Denominación de Origen Protegida ‘Arabako Mahastiak/Viñedos de Álava’ y se concede la protección nacional transitoria, autorización que ya había publicado el Boletín Oficial del País Vasco y que solo estaba pendiente del BOE para que fuera efectiva.

De esta manera, se concede, hasta que la Comisión Europea adopte una decisión sobre la inscripción, la protección nacional transitoria que solo podrá ser empleada en la comercialización de los vinos que cumplan las especificaciones del pliego de condiciones remitido a la Comisión Europea. Al mismo tiempo, se autoriza a la Fundación Hazi Fundazioa para realizar las tareas de control y certificación de los productos de la denominación de origen.

Finalmente, una Comisión Rectora propuesta por la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) ejercerá, de manera provisional, hasta la aprobación del reglamento y de la constitución de los órganos que el mismo disponga, las funciones de Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida para la gestión del etiquetado y sus registros.