No se esperan cambios bruscos en los próximos días en cuanto a meteorología se refiere en el territorio alavés. Las predicciones que manejan en la Agencia Vasca de Metereología, Euskalmet, indican una subida de las temperaturas para este sábado 20 de agosto que no tendrán continuidad durante las siguientes jornadas en las que el mercurio rondará temperaturas máximas "agradables" entorno a los 25 grados que, a excepción del martes y el miércoles; días en que volverán a superar los 30 grados; se mantendrán a lo largo de la próxima semana.

Fin de semana

La jornada de hoy sábado se predice como el día de más calor en el territorio alavés con máximas sobre los 31 y 34 grados que harán que los alaveses busquen refrescarse en las piscinas, pozas y pantanos de la provincia para aprovechar el fin de semana.

Una calidez que no irá a más a lo largo del día, ya que se espera que el mercurio descienda con el atardecer y deje temperaturas refrescantes a lo largo de la madrugada entorno a los 19 y 17 grados. Así que, en un principio y hasta nuevo aviso, parece que dejamos atrás los episodios de calor extremo veraniego y se podrá respirar en las horas nocturnas.

Para mañana domingo, las temperaturas máximas descenderán unos 7 grados hasta situarse en los 25 de máxima; mientras que las mínimas descenderán también ligeramente hasta los 15.

La meteoróloga de Euskalmet, Paloma Gil, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, que mañana estará "más nublado" y "no se descarta" alguna precipitación, aunque no solventará la escasez de lluvia, ya que, si llueve, tan solo serán "algunas gotas" concentradas "en la zona norte" de la provincia.

Temperaturas estables

Las temperaturas se mantendrán en esos mismos guarismos prácticamente durante toda la próxima semana, a excepción del martes y miércoles, jornadas en la que se esperan máximas cercanas a los 30 grados en el norte de Álava y guarismos más altos hacia el sur del territorio, entorno a los 33 en la capital alavesa y 34 en Rioja Alavesa.

El resto de días, el mercurio estará situado entre los 24 y 27 grados de máxima y y los 14 y 16 de mínima.

Sin lluvias hasta el miércoles

Las tormentas que azotaron a Gipuzkoa el pasado jueves no han tenido su reflejo en Álava donde apenas ha descargado agua en los últimos días. Y, según la predicción de los expertos, todavía habrá que esperar unos días para que llueva. Gil expone que la inestabilidad en las capas altas vaticina una muy alta probabilidad de "chubascos tormentosos" a lo largo de la tarde del próximo miércoles que se alargarán durante la madrugada al jueves 25 de agosto, fruto del bochorno del día.

Unas esperadas precipitaciones que no tendrán continuidad de cara a las jornadas del jueves y viernes en las que "las altas presiones, unidas al viento norte" harán que "la masa de aire cálido se retire hacia el sur" y desciendan las temperaturas más altas hasta los 23-26 grados centígrados.

Euskalmet no espera, por tanto, descargas de agua en fechas próximas, puesto que ya para el sábado 27, se formarán "nubes más bajas" que pueden ocasionar "lluvias débiles", pero, de producirse, únicamente afectará a la zona norte de la provincia.

El verano más seco desde 2003

El verano de 2022 será recordado como uno de los más secos de los últimos tiempos en Araba, ya que a la escasez de lluvias se suman las dos olas de calor extremo que padeció la provincia en los pasados meses de junio y julio que han agravado considerablemente la situación en el campo alavés y han producido restricciones de agua en varios puntos del territorio.

Como destaca Gil, "nunca en la historia se habían producido alertas máximas de nivel rojo por temperaturas extremas e incendios en Euskadi". Fruto de un verano "muy seco" con "escasísimas precipitaciones" y olas de calor muy intensas, "sobre todo la de julio" que dejó "nueve días muy duros" en el País Vasco.

"Unas efemérides nunca vistas" con 43,5 grados en Laudio, 42,7 en Amurrio, 41 en Gasteiz y con la estación meteorológica de Kapildui en los Montes de Vitoria apuntándose la mínima más alta de la provincia, por encima de los 30 grados. "Una situación que no se vivía en Euskadi desde el verano de 2003", cuando el periodo estival se caracterizó por una exagerada ola de calor en Europa cuya duración e intensidad, superaron los valores alcanzados en otras olas sucedidas en los siglos XIX y XX.