El pago por uso se impone en la red viaria vasca para los vehículos pesados de transporte de mercancías. Buena parte de los estados de la Unión Europea llevan años aplicando el canon en las carreteras de alta capacidad y, tras un sinuoso camino, con varias sentencias judiciales en contra, Gipuzkoa ha abierto la senda a la implantación en el Estado de la directiva europea.

La nueva corriente normativa que busca hacer efectivo el principio de quien contamina paga sigue calando. Navarra ha sido la última en plantear el primer modelo de cobro exclusivo para el transporte antes de fin de año. Estudia hacerlo en el puerto de Etxegarate, para lo cual el Gobierno foral tendría previsto aprovechar el arco instalado por Gipuzkoa en este punto de la N-I, un extremo que por el momento no ha confirmado el Departamento de Infraestructuras Viarias de la Diputación Foral de Gipuzkoa, al no haber recibido "ninguna solicitud oficial" al respecto.

De instaurarse, abriría un mecanismo contemplado para otras cuatro vías: A-68 (autovía del Ebro); A-10 (autovía de Sakana); A-15 (autovía de Donostia) y la N-121-A. Navarra pasa a regirse así por el criterio utilizado en Gipuzkoa, a la espera de los resultados del informe encargado por la comunidad foral para justificar ante la Unión Europea el canon al transporte sin ninguna fisura legal, la misma que ha provocado la revocación en dos ocasiones de los peajes en suelo guipuzcoano.

El objetivo pasa por obtener ingresos para afrontar el mantenimiento de la red viaria y armonizar la regulación con Europa. Entre otras razones, el cuidado del medio ambiente y la implantación de políticas sostenibles pasan por el pago por uso.

Euskadi y Navarra avanzan así hacia el nuevo canon al transporte en las carreteras vascas, al menos para los vehículos pesados, como ocurre también en Bizkaia, que acaba de recibir al aval europeo para cobrar peajes a transportistas en cinco tramos del territorio. La propuesta del Gobierno foral prevé la implantación gradual de arcos freeflow destinados exclusivamente al pago para los camiones de más de 3,5 toneladas en la N-240, la BI-625, la N-636, la autovía A-8 y el corredor del Txorierri.

El canon se aplicará en la red viaria con más tráfico de vehículos, aunque no sean autopistas. Un paso sin precedentes que penaliza económicamente a vehículos pesados a su paso por carreteras convencionales, sin doble carril, con el fin de que los camioneros desvíen sus rutas a la autopista.