María se fue el sábado 22 de abril a cenar a un restaurante del barrio de Coronación de Vitoria junto a dos acompañantes más y, cuando el camarero le entregó la cuenta, la dolorosa hizo más que nunca honor a su sobrenombre.

No en vano, en concepto de "servicio" le habían cobrado un euro por cada vaso de agua del grifo solicitado, lo que en su caso se multiplicaba por tres al ser tres los comensales que así lo habían pedido. Pero ella no daba crédito porque, antes de llevarse este disgusto, ya le había dejado claro al camarero que estaban en su derecho de pedirlo así, porque ahora los clientes pueden pedir agua del grifo y que sea además gratis en bares, cuando le había llevado hasta su mesa tres botellas de agua, "diciendo que no nos tienen que dar agua del grifo".

Sin embargo, tras insistir en su derecho, consiguió que les trajeran los tres vasos de agua del grifo que querían, aunque, eso sí, sin saber que luego se los cobrarían a un euro cada uno. "Nos cobran tres servicios alegando que es por darnos tres vasos de agua y traérnoslo a la mesa. Ante la negativa a devolvernos el dinero por servicios, interpongo la reclamación", explica esta mujer que decidió notificar lo sucedido a Kontsumobide, el Instituto Vasco de Consumo, mediante una hoja de reclamaciones.

Según consta en dicha hoja de reclamaciones, las alegaciones de la empresa reclamada fueron que "se les ha cobrado el servicio de llevarles el agua; que llevar el agua tiene un coste, que lavar el vaso tiene un coste y que reponer el vaso tiene un coste".

"Tiene que ser gratis" Kontsumobide recuerda que los bares y restaurantes de Euskadi tienen la obligación de ofrecer agua no envasada de forma gratuita.

En concreto, desde el pasado 8 de abril, cuando los locales de hostelería están obligados a ofrecer a las personas consumidoras la posibilidad de consumir de manera gratuita agua no envasada, tal y como establece la ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Lo hace, exactamente, a través de su artículo 18, que lista las medidas destinadas a la prevención de residuos.

El objetivo de esta medida es reducir el consumo de envases de un solo uso y redundar en una forma de consumo responsable.

La medida se alinea con las políticas de la Unión Europea y con lo establecido en el Anteproyecto del Estatuto de las personas consumidoras de Euskadi, actualmente en tramitación en el Parlamento Vasco. En dicho anteproyecto se establece que "con la finalidad de evitar el despilfarro alimentario, los establecimientos que presten servicios de restauración deberán ofrecer a su clientela agua del grifo para su consumo, sin coste económico alguno por tal concepto".

Por todo ello, Kontsumobide vela por la aplicación de la normativa en materia de consumo, así como por el impulso del consumo responsable: "Desde esta óptica del consumo responsable y comprometido con la preservación del entorno, nos corresponde a todas las personas y entidades adaptar y modificar algunos de nuestros comportamientos. De esta manera, conseguiremos unas relaciones económicas más respetuosas con el planeta y más sostenible con nuestro entorno".