La hostelería está dando un nuevo impulso a la calle Tenerías. Tras haberse convertido en una zona eguzkilore, con prioridad para el peatón, las terrazas de bares y restaurantes han recuperado su espacio y la vía ha sufrido una transformación donde el coche ha perdido la batalla en favor de vecinos y peatones.
Junto a los bares y restaurantes míticos de esta calle, una chocolatería y tetería (Belmecheri) ha abierto sus puertas hace unos meses para sumarse y completar la variada oferta hostelera de esta artería del barrio de Coronación.
Esta tetería, con pasteles y dulces típicos árabes, se une a varios establecimientos que sostienen la vida de esta calle, como Mi Taberna (más conocido como el Mita) y Zalama, dos de los bares de barrio con más solera e historia de la capital alavesa. Bares de los de siempre donde los parroquianos hacen a diario al menos dos paradas para el poteo, al mediodía y a la tarde.
Sin el olvidar el restaurante Camilo, donde la oferta gastronómica gallega que elabora atrae a numerosos visitantes de otros barrios.
A estos locales hosteleros se une la panadería Mi Tahona, justo en la esquina frente a Calzados Isabel. Pan y dulces artesanos de gran calidad, nada de masas industriales, una oferta que ha logrado consolidar desde hace años a una clientela muy fiel.
Convivencia
Un barrio que es un ejemplo de convivencia entre diferentes culturas donde vecinos mayores de toda la vida de Vitoria comparten sus vidas con la población árabe asentada, ciudadanos que regentan sus propios comercios en la zona, como peluquerías, carnicerías y alimentación.
Junto al Mita, la mezquita de Tenerías lleva abierta en el barrio de Coronación desde hace unos 18 años como punto de referencia para la comunidad musulmana.
Además de la hostelería, otros negocios también contribuyen al impulso y revitalización de esta calle como una peluquería, una tapicería y un centro de estética.
El peatón gana el pulso al coche
Desde su transformación en 2021 en una zona eguzkilore, Tenerías ha cambiado por completo convirtiéndose en un espacio agradable para vecinos y peatones, que pueden disfrutar de esta calle con una notable reducción del tráfico rodado.
Una vía donde las terrazas han ganado su espacio en las calzadas, junto a jardineras y con una redistribución de las plazas de aparcamiento. Un lado de la calzada se ha quedado libre de zona de aparcamientos, y en su lugar se han colocado las jardineras, los bancos para los vecinos y las terrazas de los bares.