Vecinos de Argómaniz, como Esther Sáez de Argandoña, se felicitan por el informe de Amvisa que planea alternativas “que no sean muy costosas” para evitar que el canal del río Alegría se siga convirtiendo en una "trampa" para la fauna, como para los 60 corzos que cayeron al mismo en los últimos seis años. “Han reconocido que hay un problema, que es de su competencia y que van a actuar. Eso sí, aún no han puesto fecha de inicio, que eso es algo importante de saber, pero es una buenísima noticia, destaca”.
En concreto, el documento de Amvisa, de 68 páginas y titulado, Estudio-Diagnóstico sobre la mortandad de la fauna en el Canal del Río Alegría y propuesta de alternativas de solución, con valoración económica inicial y posibles planes de etapas, ha definido un plan de etapas con un horizonte de temporalidad de 5 años.
Las alternativas
Las primeras de estas medidas sería la instalación de rampas de acceso y barreras olfativas, a base de repelentes, (entre el año 1 y 2). Además de ello, se colocarían dos rampas para que los corzos puedan escapar, que era una de las demandas de los vecinos, por ser una solución sencilla y de rápida instalación.
Si todo ello, fallaría, se adecuarían dos pasos elevados ya existentes y se crearía un tercer paso únicamente para el canal (los llamados pasos verdes).
A partir del tercer año, se instalarían mallas en las paredes del canal, para dejar salir a los corzos atrapados en el mismo,
Por último, se propone vallar el canal, por el tramo más cercano a Argómaniz. La segunda opción es hacerlo por todo el canal (más costosa, estimada esta actuación en 300.000 euros).
Puntos negros
“La situación actual a priori podría paliarse si se acometen medidas preventivas y/o medidas correctoras. Lo primero sería necesario actualizar los puntos negros, avisos e incidencias sobre la fauna caída al canal y cartografiarlos (así como las áreas de influencia). Esta acción ayudaría a comprender las posibles relaciones de accidentabilidad de los corzos con factores antropogénicos y llevar un listado actualizado y georreferenciado”, detalla el informe.
En base a lo anterior sería necesario que se hiciese un seguimiento anual en base a los avisos e incidencias relativas a la mortandad de especies en el canal del río Alegria. Este seguimiento incluiría el grado de efectividad de las medidas propuestas en el presente informe.
También se vería necesario realizar censos estimativos de la población de corzos para poder cuantificar el impacto.