Víctor Marquínez, un centenario en Antoñana

Vicente Marquínez acaba de cumplir los cien años, convirtiéndose en el vecino más longevo de Antoñana. Es hijo de Prudencio y de Dominica y tuvo cinco hermanos: Narciso, Policarpo, Felipe, Rosa y Lucía. Sus hermanos mayores, fueron reclutados por los religiosos ojeadores que periódicamente acudían a Antoñana. Así Narciso fue Corazonista y Poli Marianista. Ambos, en 1936, fueron alistados para acudir a la guerra cuando ya estaban ejerciendo de profesores en sus respectivos colegios religiosos.

Vicente, a los 17 años, en 1938, estuvo trabajando en la construcción por la Empresa Asfaltos Naturales Campezo del camino-carretera para el transporte del mineral de asfalto de las Minas de San Román de Campezo hasta la fábrica de asfalto de Antoñana. Después de aquello entró, hasta su jubilación, en la mina de asfaltos de Atauri, a la que acudía todos los días laborables en bicicleta primero y después en motocicleta.

Por su parte, Prudencio, el padre, ejerció en Antoñana el oficio de cucharero para la elaboración de útiles de mesa con madera de boj hasta su jubilación en los años cincuenta. Prudencio Marquínez fue el último cucharero.