Amaurre Ikastetxea es uno de los ocho centros de Euskadi que ha obtenido la acreditación Erasmus+ de la Unión Europea, reforzando de esta manera la dimensión internacional de su proyecto educativo. El centro cuenta con experiencia previa en proyectos europeos.
En el año 2019 consiguió su primer proyecto europeo, Save Our Second Languages, destinado a fomentar el aprendizaje y uso de las lenguas minoritarias europeas, en colaboración con centros escolares de Malta e Irlanda. Durante estos dos últimos años, y pese a la pandemia, la participación en el proyecto europeo ha otorgado muchos beneficios al proyecto educativo del centro, así como al profesorado y alumnado participante.
La comunidad educativa ha generado redes profesionales entre profesorado de un país y otro; ha identificado buenas prácticas para el aprendizaje y uso de lenguas minoritarias en alumnado de Primaria; ha mejorado las competencias lingüísticas en inglés de profesorado y alumnado; y ha ampliado la mirada al mundo, conociendo culturas y realidades diferentes a las suyas de origen, y promoviendo valores de inclusión diversidad y tolerancia. Todo ello, además, sin coste alguno para las familias participantes, lo que, sin duda, confiere una oportunidad extraordinaria, sobre todo, para familias con escasos recursos económicos.
La directora pedagógica del centro, Amaia Aldama, ha explicado que “el mundo actual y la sociedad en la que crecerá nuestro alumnado, hace necesario afrontar la educación desde una visión más global, comprometida con el multilingüismo, la digitalización, el medio ambiente y los valores de justicia social. Para ello, vemos necesario que nuestros docentes conozcan otras realidades, intercambien buenas prácticas, cooperen con otras organizaciones y docentes, y sean capaces de desarrollar y gestionar proyectos internacionales”.
OBjetivos principales
La obtención de la acreditación Erasmus+ supone un paso de gigante en la consecución de dicho objetivo, para lo cual la dirección del centro ha presentado un proyecto estratégico de internacionalización, en el que se recogen cinco objetivos principales.
Por un lado, fomentar la inclusión mediante la comprensión de las diferentes realidades que se mostrarán durante las acciones de movilidad a realizar; promover prácticas sostenibles gracias a la adquisición de conocimientos necesarios para sensibilizar al alumnado en relación a la crisis climática actual; y realizar una transformación digital efectiva haciendo uso de los recursos disponibles para ello, desde una mirada crítica y responsable, y en combinación con los métodos tradicionales. Y, por otro lado, mejorar la competencia lingüística del alumnado y profesorado; así como internacionalizar el proyecto educativo de centro con el fin de capacitar al profesorado para trabajar en otros países miembros de la Unión Europea.
En concreto, el plan de actividades para el periodo 2022-2027, prevé dos momentos de movilidad: Primaria y ESO. “Consideramos que tiene mucho más impacto optar a dos movilidades en dos momentos diferentes de la trayectoria escolar del alumnado, especialmente en el caso de las movilidades de larga duración.
En cuanto al profesorado, nos gustaría que hubiese un flujo estable de periodos en el extranjero para institucionalizar el carácter internacional del centro, crear un proyecto compartido, y multiplicar el flujo de conocimiento y cooperación con otros centros europeos. Creemos que la combinación de estas movilidades daría un impulso importante al centro, contribuyendo a una fuerte mejora del proyecto educativo, así como a la experiencia educativa de nuestro alumnado”, apunta Aldama.
De esta forma, lo que empezó siendo una experiencia piloto en el 2019, ha adquirido dimensión estratégica de centro, y viene avalado por una entidad de la talla e importancia de la Unión Europea. “Aprovecharemos al máximo estos cinco años para aprender, compartir, colaborar y disfrutar de la diversidad y riqueza que nos ofrece Europa”, concluye Aldama.
La principal novedad del nuevo programa Erasmus+ es que ofrece una financiación sostenida durante siete años para promover la movilidad internacional del profesorado y el alumnado. Así las cosas, las prioridades serán promover el desarrollo profesional de toda la comunidad educativa, así como el uso de las TICs y de metodologías innovadoras; al tiempo que se mejora la enseñanza de idiomas y la diversidad lingüística, y se apoya el intercambio de buenas prácticas.
Por su parte, las ventajas de esta acreditación son muchas, ya que ayudará a reforzar la dimensión internacional del centro y crear redes de colaboración, con una garantía de financiación cada año. Además, otorga flexibilidad para gestionar movilidades.