Míriam Sarasua llegó en torno a las 13.00 horas de ayer a la desangelada entrada de un centro comercial en día festivo, con un frío punzante y un sol no lo suficientemente tibio, para celebrar que su administración de loterías, Los 2 patitos, volvía a repartir, además de ilusión, dinero. El 44.469 fue el segundo premio del sorteo de El Niño celebrado ayer y parte del número, a razón de 75.000 euros cada décimo, se vendió en esta administración, la número 22, ubicada en el E.Leclerc de Zabalgana, donde la vida transcurría como si nada hubiera ocurrido.
"Es un día raro, al estar el centro comercial cerrado, en un día de Reyes en el que ha salido muy bueno, mucha gente igual ni se ha dado cuenta de que lo tiene. Muchas veces compras el que te da el lotero, y yo misma deduzco que no lo tengo, pero igual me doy la alegría", afirmaba Míriam, radiante, "feliz y encantada de la vida", a pesar de que no es la primera vez que su administración reparte suerte en el barrio vitoriano. "Abrimos en el 2012, hemos cumplido en septiembre nueve años y nada más abrir, en las Navidades, dimos el quinto premio, y desde entones solo hemos parado en 2016. El año pasado hemos dado tres premios; yo me propuse tener las paredes llenas de premios y lo vamos cumpliendo", señalaba.
La lotera, que vino volando desde Ayala, donde vive, tuvo que esperar a que el personal de seguridad del centro le franqueara las puertas del centro para abrir su administración y posar orgullosa con el 44.469. "Tiene los tres cuatros, números repetidos que a veces decimos que son feos, pero mira, ha salido, y el 69, que es una de las terminaciones más vendidas y muy fácil de recordar", describía Sarasua, que ya podía colgar en la pared otro "número especial, el cartelito que nos faltaba, el de El Niño, el único premio que no habíamos dado".
En esos momentos, con el premio casi recién salido del bombo, Míriam no sabía ni si tenía uno de los décimos afortunados, ni cuántos había vendido. Se hablaba de que fue solo uno, pero a última hora de la tarde Míriam no tenía confirmación oficial. "Hemos devuelto muy poco, ojalá se haya vendido todo y se haya repartido un montón", afirmaba Sarasua, que ha despachado otros números que también empezaban por 44. Además, suele cambiar números con otras administraciones, pero dudaba de que el 44.469 haya llegado a Zabalgana por esa vía. "Yo creo que algún compañero ha coincidido, pero no por un cambio de números, no me suena. En el Niño -explicaba- lo haces un poco más rápido todo porque hay más trabajo que para el sorteo de Navidad, no lo haces de una forma tan estudiada", para el 22 de diciembre "intento tener todos los comienzos de las terminaciones, los finales, un poco de todo".
En esa elección que toda administración ha de hacer de cara a los días grandes de la Lotería, "solemos tener bastantes series de algunos números, algunos números completos y de otros series sueltas, también hay alguno que se saca de la máquina, pero no es lo que más se vende aquí", apuntaba Míriam.
"El anterior premio que dimos al tercero, el año pasado, fue por un intercambio entre compañeros, 1.060 euritos a cada persona", recuerda Sarasua, quien explica que en su gremio muchas veces se celebran mas estas pequeñas y repartidas alegrías que los grandes pelotazos. "Igual das un euromillón, como dimos, de doscientos y pico mil euros, y no lo cuentas tanto", señala la lotera, feliz por haber recibido "el mejor regalo de reyes que podía pedir", repartir un poco de felicidad.