La doctora Nahikari Salterain, especialista del departamento de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra, participó recientemente en el Cima en la conferencia divulgativa Salud del corazón: de la covid-19 a la medicina personalizada. Antes de la sesión, la facultativa, natural de Donostia, destacó que, según un artículo publicado por la Sociedad Española de Cardiología, en "el año 2020 la mortalidad fue mucho mayor por infarto, comparado con el año 2019, y que los pacientes que tuvieron covid y un infarto la mortalidad fue hasta cinco veces mayor". Un aumento, explicó, motivado "por el retraso en el diagnóstico, por el retraso en el tratamiento y porque por la covid, por el estado inflamatorio, son infartos mucho más laboriosos". Con motivo del Día Mundial del Corazón, incidió en la importancia de la prevención cardiovascular; de "cuidarnos".
¿Cuáles son las afecciones más frecuentes que produce la covid-19 en el corazón?
-Lo que hemos visto a lo largo de este año es que las manifestaciones clínicas han sido muy variadas: desde afectación más tipo infarto, obstrucción en las arterias, a daño más miocárdico, que es más una inflamación del músculo o elevación de troponinas en sangre. También se ha visto mucho los eventos tromboembólicos.
Se trata de afecciones graves.
-Es verdad que hay dos cosas importantes: primero, que el paciente que ya tiene una enfermedad cardiovascular es un paciente de riesgo para esta infección y le confiere un pronóstico peor y, por otro lado, tienes aquellos pacientes que tienen la infección por la covid y desarrollan un evento cardiológico que muchas veces el pronóstico es peor. De hecho, lo que se ha visto en un estudio muy interesante hecho en nuestro país es un poco el impacto que ha tenido en los infartos agudos de miocardio y en los códigos infarto: en los tiempos de hacer procedimientos, en ver que esos pacientes el ingreso hospitalario es más largo, tienen más necesidad de UCI o, por ejemplo, que la mortalidad es mayor.
Una vez superada la infección, ¿cuáles son las secuelas que puede producir la covid en el corazón?
-Eso es lo que estamos viendo ahora. En las primeras olas estábamos muy enfocados a diagnosticar y tratar lo agudo y ahora, que ya ha pasado cierto tiempo, estamos estudiando, investigando y reconociendo más pacientes que les quedan síntomas persistentes. Es ese grupo de covid persistente que incluye también unas manifestaciones clínicas muy variadas. Quizás en lo que es el espectro más cardiológico uno de los síndromes más característicos puede ser la taquicardia ortoscápica postural, que es esa dificultad para mantener una buena frecuencia cardíaca -suben las pulsaciones- con el cambio de postura.
¿Qué tratamientos hay para estas afecciones? ¿Son reversibles?
-Es una cosa que vamos a tener que seguir investigando porque ahora decir 100% seguro que va a ser reversible no es fácil, ya que estamos todavía tratando las primeras secuelas. No hay un tratamiento específico que digas por ponerlo van a ir bien, sino que usamos un poco los fármacos que tenemos en nuestro día a día orientados a estas situaciones particulares.
¿Cuál es el perfil de paciente que sufre este tipo de problemas cardíacos por la covid-19? ¿Hay un perfil?
-Podemos tener pacientes que tengan un trombo quizás menos añosos de lo que debería ser, pero es verdad que no hay un patrón claro, no hay un perfil que podamos decir sólo los menores de tanto o los mayores de tanto lo van a tener. Lo que hacemos ahora es cada vez que un paciente se infecta por covid y tiene una enfermedad entramos varios equipos a hacer un seguimiento y a colaborar con nuestros compañeros de Medicina Interna, Neumología, Infecciosas, los que sean los responsables de este paciente, para que, si tenemos una sospecha precoz, podamos hacer todos los estudios lo antes posible y podamos poner tratamiento pronto.
¿Una persona con un corazón sano previamente también puede sufrir estos problemas graves, como un infarto, por la infección del virus?
-Por poder, siempre es posible pero para eso estamos nosotros vigilantes durante el ingreso. Es verdad que quizás los pacientes más a riesgo son siempre aquellos que ya de base tienen una enfermedad cardiovascular ya establecida o en tratamiento.
¿De qué manera ha afectado la pandemia a los pacientes que ya tenían una patología cardiovascular?
-Creo que la palabra que lo resume todo ha sido el miedo. Aquellos pacientes que han tenido una reagudización de su enfermedad sufrían mucho, primero porque no estaban los hospitales al principio preparados para dar cobijo o una buena atención, y luego por el mismo miedo de la gente a contagiarse de la enfermedad al tener que venir al hospital. Eso fue la sensación de la primera oleada y, a medida que nos hemos ido preparando y adaptándonos a la situación, se ha ido normalizando la sensación también de los pacientes y nos hemos adaptado a usar las consultas telemáticas, las consultas telefónicas... para dar una buena atención y cobertura.
Qué han aprendido de la atención a los pacientes covid para mantener su salud cardiovascular.
-La atención de estos pacientes tiene que ser rápida. Si hay una sospecha o señal de que puede haber un daño miocárdico subyacente, necesitamos hacer una valoración completa de cada paciente, individualizar su riesgo específicamente, dirigir bien las pruebas de imagen para tener una imagen completa de cuál es el perfil y poder así poner tratamiento de forma precoz. Intentar anticiparnos lo antes posible a lo que ya sabemos que podemos tener.
La Fundación Española del Corazón señaló que, a raíz de la irrupción del coronavirus, había aumentado hasta un 25% las muertes por infartos en hospitalizados, que demoraban la decisión de ir al centro sanitario y llegaron de media 33 minutos más tarde que en prepandemia, lo que derivó en una mayor mortalidad. ¿Ante qué señales no debemos perder el tiempo y tenemos que acudir inmediatamente al médico?
-Ahí vamos a seguir las indicaciones claras que hasta ahora siempre hemos ido diciendo: el dolor de pecho muy fuerte que se pueda ir al brazo izquierdo; tener de repente fatigas súbitas, incapacidad o dificultad para respirar; o cuando personas deportistas salen por ejemplo a caminar y tienen dificultad para mantener esa actividad. Covid o no covid no podemos demorar esos síntomas claves.
Qué papel juegan los hábitos de vida saludables a la hora de prevenir las enfermedades cardiovasculares.
-Eso es una base fundamental. Una buena dieta mediterránea, hacer ejercicio físico, cuidarnos, aquellos que lleven medicación no dejarla...; cuidar todos esos aspectos es esencial en nuestro entorno cardiovascular.