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"Ahora, la sociedad vasca no está preparada para responder a las necesidades de las personas sordas"

El presidente de Edeka y de Euskal Gorrak habla con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sobre la carta remitida a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

"Ahora, la sociedad vasca no está preparada para responder a las necesidades de las personas sordas"

El presidente de la coordinadora vasca de representantes de personas con discapacidad (Edeka) y de Euskal Gorrak, Aitor Bedialauneta, asegura que la mayor preocupación de las personas sordas, y en general con discapacidad, es que la pandemia les ha “arrebatado muchos derechos, y nos hemos sentido como si fuéramos hacia atrás en ese sentido”. Desde esta coordinadora le han remitido una misiva a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, porque hay personas que aún no han sido contactadas para vacunarse como colectivo prioritario por su “delicada salud”.

¿Cómo ha afectado a Euskal Gorrak esta pandemia en el trabajo que desempeña en su día a día? ¿Y por territorios?

-La federación lleva 41 años trabajando y luchando por las personas sordas en Euskadi. Es la única entidad que representa a las personas sordas en la comunidad autónoma. Ahora, como consecuencia de la pandemia, esta lucha no ha parado, sino que hemos tenido que adaptar las herramientas y la forma a la situación sociosanitaria. En cualquier caso, actualmente la sociedad vasca no está preparada para responder a las necesidades de las personas sordas ni personas con discapacidad auditiva. Nuestro movimiento asociativo se organiza de forma coordinada, entre las asociaciones afiliadas a Euskal Gorrak: Arabako Gorrak, que cumple pronto 50 años de trayectoria, es en este caso la entidad que atiende específicamente a personas sordas en Álava.

¿Cuáles son las preocupaciones más extendidas en Euskal Gorrak y en Edeka?

-La mayor preocupación de las personas sordas y en general con discapacidad es que la pandemia nos ha arrebatado muchos derechos, nos hemos sentido como si fuéramos hacia atrás en este sentido. Las medidas se han pensado en todo momento para la mayoría de la sociedad, y siendo nuestro caso el de una minoría no se han pensado ni preparado recursos para nuestro colectivo. En cualquier caso, el tercer sector y las entidades representativas de cada discapacidad hemos estado ahí trabajando el doble en los peores momentos y asumiendo la protección de las personas con discapacidad. En Euskal Gorrak también hemos estado y seguimos preocupados porque la actual situación sigue afectándonos mucho; en el ámbito informativo fundamentalmente por la total ausencia de accesibilidad informativa y también en el sanitario por las consecuencias que tiene cualquier pequeño problema que se complica por falta de accesibilidad. Tenemos una doble barrera, y aunque antes tampoco había una buena situación para las personas sordas, con la pandemia se han duplicado los problemas y limitaciones. En parte es gracias a esto que en el ámbito sanitario se empiezan a buscar soluciones de accesibilidad. Pero no puede ser que estemos esperando hasta que explote un problema para solucionarlo; hay que escuchar y respetar las demandas del colectivo de la discapacidad, quienes sabemos perfectamente a qué problemas nos enfrentamos día a día.

Usted es también presidente de Edeka, coordinadora que ha acordado enviar una carta a la consejera Sagardui en relación a las vacunaciones. ¿Puede contarnos cuáles son las peticiones y reflexiones que le remiten?

-Nuestra preocupación es la campaña de administración de vacunas y los protocolos de actuación. Estamos recibiendo quejas y observando en nuestras entidades que algunas personas de nuestro colectivo, que además de discapacidad tienen otras enfermedades añadidas y patologías asociadas, no están recibiendo la notificación pertinente para vacunarse siendo como son colectivo de riesgo. Nos han llegado situaciones de gran necesidad, y hay personas que no han sido aún contactadas para la vacunación como colectivo prioritario por su delicada salud. Queremos dejar claro que desde Edeka no estamos pidiendo un “trato de favor” para el colectivo de la discapacidad que goza de buena salud ahora, sino que solicitamos que las personas con discapacidad con problemas de salud asociados puedan ser atendidas con la prioridad que precisan.

Otra de las reivindicaciones es la de la accesibilidad a la hora de recibir la propia cita para vacunarse.

-Sí, porque uno de los primeros colectivos fue el de personas mayores de 80 años. En ese caso, para nuestro colectivo de las personas sordas teníamos un doble problema, porque para concretar la cita había que esperar hasta recibir una llamada telefónica. Además de las personas sordas, también muchas personas mayores no oyen bien el teléfono. La vía telefónica nos crea una dependencia de terceras personas para cubrir este problema. Más tarde, gracias en parte a la lucha de nuestro movimiento asociativo, se creó una nueva vía de contacto a través de SMS, aunque sigue siendo una solución parche, porque no es válida para todas las personas. Nuestra lucha va encaminada a cambiar el protocolo de contacto y adaptarlo a la situación de cada persona.

¿La petición de accesibilidad también se extiende a cuando los rastreadores contactan con personas con discapacidad en caso de posible contacto? ¿Cómo es la situación a ese respecto?

-Este tema es un ejemplo de falta de accesibilidad. De momento no hay una vía ni un protocolo específico para contactar con las personas sordas o las personas con discapacidad auditiva; quiero decir que las personas sordas o las personas con discapacidad auditiva no pueden contactar con los rastreadores ni al contrario. ¿Somos ciudadanos de segunda, o es que no vamos a enfermar? Esa es la cuestión. No tenemos problemas de comunicación ni necesitaremos apoyos para poder hacer este tipo de cosas. Simplemente, nosotras tenemos otra lengua. El problema es en parte que la sociedad y las administraciones públicas aún no reconocen que la lengua de signos es una lengua minoritaria.

Euskal Gorrak también compartió, vía redes sociales, que las ruedas de prensa de información sobre el coronavirus no tenían intérpretes de lengua de signos. ¿Esa es otra de las peticiones que puede encontrarse en esa misiva?

-Sí hemos conseguido que haya una mayor presencia de intérprete de lengua de signos, pero aún hay muchas comparecencias que no son accesibles. Por ejemplo, en las últimas comparecencias del Lehendakari anunciando el cambio de las medidas no hay ILSE. Si las personas sordas no tienen esta información y deriva en consecuencias, ¿quién va a asumir la responsabilidad? ¿La persona sorda que no ha sido informada o la administración publica que no ha dado esta información esencial? Seguimos trabajando para evitar estas situaciones.

Desde Edeka, ¿consideran que en la gestión de esta pandemia se ha tenido en cuenta a las personas con discapacidad?

-No se ha tenido mucho en cuenta, no. Desde el principio, las autoridades se han preocupado más de atender a la mayoría de las personas, que no tienen discapacidad. Sé que la administración pública no lo ha tenido fácil para gestionar y controlar esto porque llegó por sorpresa y fue una situación muy complicada y difícil para todos. Pero tenemos bastante claro que durante la alarma sanitaria las personas con discapacidad estamos bastante olvidadas.

El uso de la mascarilla dificulta algunas acciones, como leer los labios. ¿Qué aconsejan o solicitan desde Euskal Gorrak, en ese sentido, a los ciudadanos y a las instituciones?

-El tema de las mascarillas es bastante complicado. Quiero dejar claro que la lectura labial no es un sistema de comunicación fiable para nuestro colectivo. Sí que es una ayuda para obtener una comunicación mínima, básica, pero no todas las personas tienen capacidad de vocalizar correctamente. Esa es la barrera para nuestro colectivo; no las mascarillas en sí, sino la dependencia de la lectura labial y que debido a ello muchas personas no saben comunicarse adecuadamente con las personas sordas. Nos podemos comunicar perfectamente en lengua de signos sin ninguna limitación; si no se sabe, se puede escribir en el móvil, en papel...

Como presidente de Euskal Gorrak y Edeka, ¿quiere lanzar algún mensaje a la ciudadanía o añadir alguna reflexión?

-Pues como presidente, como persona sorda y persona con discapacidad auditiva, dado que la sociedad no me facilita la accesibilidad: que se respete nuestra voz, nuestra lucha, nuestras demandas. Porque realmente no queremos que la sociedad nos ayude. Queremos que la sociedad nos apoye en nuestras demandas, que son para poder incluirnos en una sociedad que nos discrimina. Porque somos personas que estamos luchando por nuestro derecho a ser y estar en la sociedad, no estamos luchando por caprichos. Esa es la diferencia.

“Pedimos que las personas con discapacidad o con problemas de salud puedan ser atendidas con la prioridad que precisan”

“Ahora mismo, las personas sordas o con discapacidad auditiva no pueden contactar con los rastreadores ni al contrario”