Corren malos tiempos para el turismo, pero en la medida de lo posible la gente trata de escapar de sus ciudades y rutinas, y si bien está prohibido salir de Euskadi, la pandemia ha supuesto una oportunidad para conocer lo más cercano. Así, muchas familias guipuzcoanas y vizcaínas aprovecharon la jornada del Jueves Santo y se acercaron a conocer Vitoria-Gasteiz, para alivio de un sector que el año pasado por estas fechas miraba al futuro con pavor.
Desde la oficina de turismo de la Plaza Nueva salían constantemente grupos guiados, familias y parejas con la sana intención de airearse tras un invierno que se ha hecho muy, muy largo. “Hemos venido a pasar el día, por salir de Bilbao un poco”, explicaba Ángel, junto a su pareja Itziar, frente al musgo de la Virgen Blanca. “Como no nos dejan movernos hemos decidido por fin venir a Vitoria; hemos pasado muchas veces por aquí porque tenemos casa en La Rioja, siempre decíamos de venir un día, y hoy por fin lo hemos hecho”, explicaba.
Itziar, por su parte, celebraba poder “cambiar de aires” tras no haber salido de Bilbao desde octubre, aunque sea cerca de casa, habida cuenta de que “el año pasado en Semana Santa ni siquiera podíamos salir de casa”.
Koldo, guía de Euskadi Tours, corroboraba que “hay muchas ganas de salir, aunque sea para conocer al vecino”, y así, dentro de todo lo que está suponiendo esta pandemia, “tenemos una oportunidad para hacer piña, porque siempre salimos fuera y al de al lado no lo conocemos”.
Efectivamente, ayer Koldo enseñaba la ciudad a visitantes de Leioa o Barakaldo, como Félix, que acudió a Vitoria huyendo de las multitudes, y que había estado antes en Gasteiz. “Pensamos que no iba a ser una zona masificada como la costa, pero también por conocer mejor la ciudad, salir un poco, airearnos; la Semana Santa parece que no existe si no sales a hacer alguna visita”.
Txema viene con su familia desde “el Botxo, a dar una vuelta, comer y volver a la tarde”. Hubo un tiempo, hace veinticinco años, en que Txema venía habitualmente a la capital alavesa, pero ayer se veía incapaz de reconocerla. “La expansión es espectacular, la ciudad está preciosa, me alegro mucho de haber venido porque, honradamente, si no hay pandemia tiramos hacia Cantabria, o con los giputxis, porque tengo una hija allí”.
De Gipuzkoa precisamente venían Aurelio y Toñi, vecinos de Urnieta que han aprovechado la restringida Semana Santa de 2021 para conocer bien Euskadi. “Vamos a empezar por Vitoria, seguiremos por Salinas de Añana y luego a Bermeo”, explicaba Aurelio, que va a ver la final de Copa entre la Real y el Athletic en la villa marinera vizcaína, confiado en una victoria txuri urdin. La pareja tuvo la suerte o la prudencia de reservar hoteles con tiempo y por ello pueden estirar su excursión durante varios días.
Antes, en todo caso, toca recorrer Gasteiz, aunque Toñi recuerda visitas precedentes a la Catedral de Santa María o al Artium. “Estábamos buscando un tourpara hacerlo más interesante, pero como están los grupos con aforos restringidos y solo quedan plazas sueltas tendríamos que ir separados, así que lo haremos por nuestra cuenta”, explicaba Aurelio.
Muy cerca de ellos, los bilbaínos María, Mertxe y Eduardo se disponían a visitar una ciudad en la que ya habían estado previamente, pero que no conocían en profundidad. “Eso hablábamos, que siempre tiras para otros sitios y lo más cercano es lo más desconocido”, señalaba Eduardo, que junto a María y Mertxe tenía pensado “patear” la ciudad, comer y visitar la catedral.
Itziar y Ángel disfrutaban ayer de Gasteiz tras no haber podido salir de Bilbao desde octubre, y con el recuerdo de la Semana Santa del año pasado, cuando “ni siquiera podíamos salir de casa”.
El guía de Euskadi Tours enseñó ayer Vitoria a turistas llegados de tierras vizcaínas.
Aunque hace años visitaba Gasteiz con frecuencia, ayer Txema se confesaba sorprendido con lo cambiada que había encontrado la capital alavesa.
Félix y su familia decidieron salir de Barakaldo porque de otra manera “parece que la Semana Santa no existe”.
Esta pareja de Urnieta había reservado hoteles, por lo que son de los afortunados que pueden ir más allá de la mera excursión y salir unos días de casa.
Llegados desde Bilbao, Eduardo, Mertxe y María llegaron ayer a Vitoria con la intención de conocer mejor la capital alavesa, en la que ya habían estado previamente.