- Las declaraciones ofrecidas el pasado miércoles, 3 de febrero, por el diputado foral de Políticas Sociales, Emilio Sola, en una comparecencia en Juntas Generales que, a instancia de EH Bildu, requería explicaciones en torno a la vieja promesa de habilitar en Ayala un recurso de alojamiento para personas con enfermedad mental, ha vuelto a levantar ampollas en la Asociación ayalesa de familiares y personas con enfermedad mental, Asasam, quien lleva demandando este servicio desde hace doce largos años.
“Nos vino a decir que estamos en 2021, no en 2019, y que ahora con la pandemia hay cuestiones más urgentes que hay que priorizar. Algo que entendemos, pero también les recordamos que las personas con enfermedad mental también forman parte de esta sociedad y les afecta el covid-19”, explicó ayer a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la presidenta de Asasam, María Ángeles Arbaizagotia, visiblemente “cansada y enfadada”.
Y es que desde el departamento foral se explicó que, en estos momentos, solo hay diez personas en lista de espera que hayan solicitado este recurso en la comarca ayalesa y que, de ellas, solo dos, tienen un grado dos de dependencia, y el resto, de uno, siendo el más grave el nivel tres. De hecho, “de las más de 80 personas que atendemos ninguna alcanza este grado. Algo que se valora en función de un test, con preguntas tales como comes o te bañas solo; es decir, de nivel físico, y muy pocas de ámbito social, en las que saldría a relucir, por ejemplo, que se baña solo, sí, pero hay que recordárselo, al igual que claro que manejan su propio dinero, pero hay que estar encima de ellos para que lo sepan gestionar y no se gasten todo en pocos días”, argumentó Arbaizagoitia, con claras dudas en torno a si este sistema refleja la demanda real de este recurso.
Asimismo, desde Asasam tampoco confían en la propia lista, ya que conocen “al menos cinco casos, en los últimos meses” de personas con enfermedad mental que, tras un ingreso, “son enviadas, directamente, a recursos de alojamiento en Vitoria-Gasteiz, cuando ellas quieran vivir en su zona, y no quedan reflejadas en ese listado”.