Mientras en Bilbao decenas de hosteleros se concentraban este martes ante la sede del Tribunal Superior de Justicia (TSJPV), entre pancartas reivindicativas y pitidos, antes de conocer la resolución del recurso presentado por el colectivo contra el cierre de bares y restaurantes en zona roja, en Vitoria las tres asociaciones de Euskadi que representan al sector explicaban “la situación límite” de la hostelería en una comparecencia en el Parlamento Vasco. Minutos más tarde el sector conocía la decisión del TSJPV de aceptar las alegaciones de los hosteleros y permitir la reapertura de bares y restaurantes en las localidades vascas en zona roja.
Las cifras que han ofrecido las tres asociaciones representantes del sector en Euskadi, SEA Hostelería, la Asociación de Hostelería de Bizkaia y Gipuzkoa Hostelería, ilustran el daño que les está provocando “esta crisis histórica, la más fuerte económicamente de los últimos tiempos debido a la intensidad de la misma y a los plazos en los que se está dando”.
En concreto, como ha afirmado Kino Martínez, secretario general de Hostelería Gipuzkoa, en el último año se han perdido a más de 7.000 trabajadores (7.080, en concreto), puesto que si a diciembre de 2019 había 68.088 empleados en el sector, a diciembre de 2020 había 61.007.
Situación crítica
Y la situación, lejos de mejorar puede empeorar en los meses venideros, porque “nuestras previsiones son que entre 12.000 y 15.000 trabajadores abandonarán el sector” a mayo, que es cuando se espere que empiece a recuperarse la hostelería.
Todo ello se debe, como ha explicado Martínez, a que en 10 meses la actividad se ha perdido en un 50%. “¿Y qué hacemos? ¿Miramos a otro lado? Nosotros, apostamos por las ayudas”, ha declarado.
En concreto, por el rescate cuyo objetivo es “diluir el impacto de la crisis en el conjunto de la cadena de valor del sector” de acuerdo a unos “criterios fundamentales”, como que este plan sea integral “para que tenga en cuenta conceptos como alquileres, condiciones de financiación a cero o revisión de tasas municipales”, transversal, “para que cuente el apoyo de todos ustedes (en clara alusión a los políticos)”, inmediato y dotado de medios “porque de lo contrario, las consecuencias serán imprescindibles”.
231 millones
Es por ello que han cifrado que su plan de rescate ascienda a 231 millones de euros para paliar “el 50% del daño económico del sector en base a dos conceptos: el producto perdido por el cierre y los gastos fijos”.
Martínez, además, ha explicado que en Euskadi un local hostelero con 10 trabajadores, “como máximo ha podido a aspirar a 6.500 euros, cuando en otras comunidades autónomas han podido recibir hasta 25.000”.
Las asociaciones del sector de Euskadi también ha puesto el ejemplo de países como Alemania o Francia por las ayudas a fondo perdido, o más cercanos como el del Ayuntamiento de Bilbao y su Plan Aurrera, “porque es transversal, puesto que todos los partidos políticos lo secundaron, y se ha hecho en plazo, en enero. Algo muy importante porque los hosteleros necesitamos certidumbre”.