La asociación vecinal Ensanche XIX solicita al Ayuntamiento de Vitoria que trace una estrategia de transporte de última milla para desatascar el centro de tráfico, ruido y emisiones de CO2.
Por ello, pide al Departamento de Movilidad que fije sus miras en la ruta que hacen los repartidores desde que entran en la ciudad hasta que consiguen entregar el paquete al destinatario, puesto que, como asegura, no solo se optimizaría el recorrido, si se habilitan, por ejemplo, unos centros de logística o almacenes, sino que también se ganaría en sostenibilidad, si este último tramo, se hace además en bicicletas o en otros vehículos green.
Ensanche XIX cree que la idea tiene recorrido, “porque ya hay ciudades que lo hacen”. Por esta razón, apuesta porque en Gasteiz tenga un encaje normativo dentro de una revisión el MasterPlan Centro.
"Experiencia piloto"
“Nos gustaría hacer una experiencia piloto al respecto en el Ensanche vitoriano para racionalizar esas logísticas en el último tramo. Antes, nos quejábamos de que llegaba un camión lleno de camisetas, pantalones o calzoncillos al centro, pero es que ahora para entregar una solo camiseta llega una furgoneta”, explica José Luis Azkarate, en representación de esta asociación cuya junta directiva está integrada por vecinos y expertos en finanzas, movilidad y comerciantes.
Así, se evitaría que grandes camiones o furgonetas, como las que menciona, tengan que adentrarse en el corazón de la capital para entregar un solo paquete, algo que se ha visto más que nunca en esta pandemia debido al auge del comercio electrónico.
También se podría dar solución a algunos “problemas”, como la carga y descarga, “que ahora mismo tiene muchos puntos mejorables”, aparte de hacer el trabajo más fácil al repartidor que viene con entrega urgente, fuera de horarios.
“Se trata de optimizar. Se puede hacer y nos gustaría que se intentase y tiene que ver con el espíritu green. De alguna forma, yo creo que hay posibilidades de anticiparse a eso, para coordinar mucho más la logística de última milla para el aprovisionamiento del comercio local o para llevar las compras a casa”, destaca.
Centro de transporte
Preguntado por cómo exactamente se puede optimizar esa planificación, Azkarate recuerda que hay un centro del transporte de Vitoria-Gasteiz, encargado de administrar la entrada de mercancías y de los negocios relacionados con la logística de la ciudad.
“Pero también creo que esa misma entidad o alguna similar podría dar algún paso más a la hora entrar en detalle sobre esa logística de última milla. Se pueden hacer cosas porque hay empresas especializadas y con un componente de innovación alto”, opina.
A Ensanche XIX también se le ocurre la posibilidad de instalar consignas para poder dejar mercancías, como en los mismos portales de las comunidades de vecinos, en comercios, en lonjas vacías o estaciones, lo que acabaría con el problema de no poder entregar la mercancía porque el destinatario no se encuentra en ese momento en el domicilio. “No es tan difícil porque algunas ciudades ya lo hacen”, subraya.
Locales vacíos
En paralelo a esa revisión del Masterplan Centro para lograr una logística de última milla, Ensanche XIX también reclama una dinamización comercial para acabar con la sangría de persianas bajadas.
“Sí que nos gustaría que en este años 2021 se haría una reflexión estratégica entre los comerciantes y los propietarios de los locales vacíos y asociaciones para lograr una estrategia sencilla y eficaz, que de alguna forma permita competir con esas grandes superficies, que tanta actividad roban no solo al Ensanche, sino a otras zonas de la ciudad. Por eso apostamos por planificar la forma de operar del comercio local. Hay que gestionarla”, resalta. Es por ello que una de sus ideas es firmar un convenio de colaboración con Gasteiz On.
Mendian Gora
Cabe recordar que Ensanche XIX junto con la fundación Emmoa ya ha puesto su granito de arena en eso de revitalizar las tiendas de barrio, impulsando la iniciativa Mendian Gora, que recuperó escaparates que estaban vacíos, con un contenido “que han calificado de alto interés y que han vestido la calle”, como la ikurriña que alcanzó el Everest, en la expedición de 1980, de la mano de Martín Zabaleta. “Junto a eso también está la primera clavija que se forjó a mano y que se usó en la primera escalada que se hizo al Pico del Fraile, en 1924, y están los monos usados por Edurne Pasaban en el K2 o la ropa de los hermanos Pou”, cuenta Azkarate con orgullo.
Una nueva vida en los escaparates que ha hecho que Ensanche XIX sea merecedora, junto a la fundación Emmoa, del premio Olaguibel, otorgado por el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVN).