ngel Lamelas, presidente de la federación de asociaciones de vecinos de Álava (FAVA) muestra su preocupación por las consecuencias de la pandemia en el tejido asociativo, poniendo de manifiesto la paralización que se ha producido en la vida de los barrios en muchos momentos y lamentando la falta de conciencia ciudadana de los últimos tiempos.
Como explica Lamelas, "este año ha supuesto un antes y un después en la vida de muchos de nosotros. Hemos aprendido a valorar lo que tenemos y a saber exactamente qué es lo que echamos en falta: esos pequeños ratos con las personas más importantes de nuestra vida, actos tan cotidianos como tomar un café al salir del trabajo o pasear a cualquier hora del día".
Y esto es algo que también ha experimentado él, que ha visto cómo se ha paralizado la vida en los barrios en muchos momentos, debido a las diferentes restricciones que ha habido en lo que llevamos de pandemia con el fin de contener la expansión del coronavirus. "Han pasado ya nueve meses desde el inicio del primer confinamiento y si tenemos que hacer un balance de este tiempo, yo diría que nuestra ciudad y nuestro territorio han estado en muchos momentos paralizados".
Al respecto de las diferentes medidas que se han ido decretando, el presidente de la FAVA lamenta la falta de conciencia ciudadana de los últimos tiempos, ya que "al principio se despertó una importante conciencia social que poco a poco se ha ido desinflando".
Y para ello pone el ejemplo de la diferencia de comportamiento entre el confinamiento y la desescalada. "En los primeros momentos de confusión se despertó una importante conciencia social. Hubo muchas actuaciones solidarias a nivel ciudadano que parecían llevarnos hacia un nuevo escenario de modelo de sociedad en el que todos parecíamos mucho más humanos, en el que se fomentaba el consumo en nuestro comercio de proximidad y la vida en los barrios. Pero, poco a poco, y en la medida en que pudimos recuperar mínimamente la normalidad, todo esto se fue desinflando", lamenta la cabeza visible de FAVA. Y las propias asociaciones vecinales no han sido ajenas a las restricciones. "La participación ciudadana y el modelo asociativo se han visto muy afectados por esta situación y por el parón administrativo", subraya a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Así, a los colectivos vecinales no les quedó otra que hacer reuniones telemáticas, "en ocasiones con escasa interrelación entre los departamentos, limitaciones administrativas para la puesta en marcha de actuaciones en nuestras calles y la priorización de las líneas de trabajo municipales hacia otros departamentos como la gestión de los servicios sociales, entre otros, han hecho que la participación ciudadana en este periodo haya perdido una parte muy importante de su papel como elemento de cohesión social y de implicación vecinal en la toma de decisiones que afectan al día a día de nuestra ciudad", apostilla Lamelas. En este contexto, lo que Lamelas ha echado de menos en este 2020 y lo que le pide a 2021, es "ser un eslabón más de la cadena y remar todos en la misma dirección", porque "a veces sólo las multas parecen orientar nuestros comportamientos. Nos ha faltado responsabilidad y concienciación social", incide.
Y a nivel personal, "y me voy a permitir ser un poquito más crítico, un poquito más de responsabilidad y concienciación social por parte de los ciudadanos, especialmente en esta fase de la pandemia: utilicemos mascarillas, seamos prudentes a la hora de relacionarnos, incluso con nuestros familiares y amigos. Lo que está en juego no es sólo nuestra salud o la de nuestros familiares y amigos sino también nuestra economía y el empleo en la medida en que son necesarias medidas para evitar el colapso de los hospitales. Un ejemplo claro de estas medidas ha sido hasta hace pocos días el cierre de la hostelería y las restricciones que siguen limitando el horario de muchas actividades económicas comerciales e industriales que ven con incertidumbre su futuro".
Es por ello, que pensando en el futuro de todos, Lamelas pide "un poquito de paciencia" y que nos relacionemos con precaución. "No sobreviven los más fuertes, sino los que mejor se adaptan al medio. Hoy en día esta frase de Darwin cobra vida propia. Seamos responsables, adaptémonos a las circunstancias, consumamos en nuestros barrios para garantizar la forma de vida que queremos y en unos meses esto será solo un mal sueño", resalta el presidente de la FAVA.
"Al principio se despertó una importante conciencia social que poco a poco se ha ido desinflando"
Presidente de FAVA