¿Qué tal lleva estas primeras semanas alejada de la Alcaldía de la localidad?
-Es una sensación muy extraña, después de nueve años acostumbrada al trato con la gente en la calle, ahora me veo en un despacho interno y en la fase de adaptación necesaria, para conocer el trabajo del departamento y ejercer mi labor. El cargo de alcaldesa no entendía de días libres ni de vacaciones, y ahora se me hace muy raro poder hacer planes en familia, aunque estemos en medio de una pandemia mundial. Los primeros días lloré muchísimo, es la verdad. A la gente con la que trabajas se la coge un tremendo cariño. De hecho, les sigo visitando cuando puedo y me escapo al Ayuntamiento. Ha sido romper mucho de repente, ya me iré haciendo. Si me tranquiliza saber que he dejado el pueblo en buenas manos. Txerra ha sido mi apoyo y compañero, y sé que está preparado y capacitado de sobra para el cargo y las responsabilidades que conlleva.
Es un momento complicado. ¿Cómo ve la salud de las arcas municipales?
-Todo el Presupuesto se ha visto alterado para atender prioridades y buscar recursos con los que atender a los colectivos que más lo necesitaban. No tuvimos fiestas como tales, pero buscamos un programa estival alternativo, y así todo. La economía municipal no es mala. Hay un remanente que da oxígeno, pero que también tiene fecha de caducidad y ahí está el problema. Si esta situación no se alarga mucho, Amurrio no tendrá problemas para salir adelante, pero siendo muy cautos. Además, se ha dado la circunstancia de que tenemos deuda cero, justo este año, ya que el 31 de diciembre del año pasado terminamos de pagar todos los créditos solicitados en la era de mi antecesor, Pablo Isasi, para poder abordar la construcción del polideportivo, toda la remodelación de la Casa Consistorial y el inicio de la calle Landako. Y, todo ello, ha venido de perlas en un momento crucial, que nos permite estar algo mejor.
Una de sus luchas que no ha visto materializar ha sido la obra de la estación, que depende de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Qué sabe de ello?
-Por nuestros representantes en el Congreso de los Diputados, sabíamos que estaba contemplada una partida de casi tres millones de euros, a pagar en los ejercicios 2021, 2022 y 2023, para abordar el demandado paso subterráneo entre andenes, que eliminará el actual y peligroso cruce a nivel de vías. También se nos confirmó en la reunión que mantuvimos los alcaldes del Alto Nervión, con ADIF y Renfe, para pedirles soluciones ante la supresión de frecuencia de trenes que llevamos padeciendo desde finales de agosto, principios de septiembre; y, finalmente, parece que así va a ser tras la reciente aprobación de las Cuentas del Estado, aunque falta el refrendo del Senado. Yo solo tengo ganas de verlo hecho ya, porque es un proyecto vital que ya acumula mucho retraso. Se adjudicó en su día, creo que en diciembre de 2017, pero diversos problemas con la empresa adjudicataria, en materia de incremento presupuestario de la obra, por asuntos no contemplados, lo dejaron en el aire y se optó por redactar nuevo proyecto. La idea es que empiecen en 2021, con un plazo de ejecución de año y algo, no lo recuerdo bien. El que parece también está en línea de solventarse es la suspensión de trenes, con la incorporación de seis nuevos maquinistas a la línea de Cercanías que une nuestra comarca con el Gran Bilbao, aunque hasta enero no estarán los ocho necesarios en sus puestos.
Molinuevo, con la makila de regidor, también ha heredado de usted el tener que defender las necesidades socio-económicas de Amurrio en el Parlamento Vasco. ¿Le ve preparado para la ponencia del día 15?
-Totalmente, teníamos hechos los deberes de forma conjunta y reitero mi convicción de que el Ayuntamiento de Amurrio está en buenas manos. Nuestro discurso se centraba en la situación de la industria, sector principal en nuestro municipio, y la tasa de desempleo estructural a la que nos enfrentamos, cuando siempre hemos tenido unas cifras de paro, digamos bajas, y en tiempos de crisis siempre nos hemos recuperado bien. Pero ahora ha entrado el problema del covid-19, y también habrá que insistir en otros sectores. Lo que sí me llama mucho la atención es la baja tasa de municipios como Ayala. Por regla general el desempleo femenino siempre está siete puntos por encima del masculino y eso, en las áreas rurales de Aiaraldea no se da. No sé a qué es debido y exige una reflexión en torno a las diferencias entre los municipios de la misma comarca. Puede que el colectivo femenino en esas zonas, no se inscriba tanto en Lanbide, como el de las zonas más urbanas. No lo sabemos, hay que estudiarlo muy bien. Con todo, la ponencia puesta en marcha para atender todas estas cuestiones y que la salud socio económica de la comarca ayalesa mejore, esa algo como poco interesante, en la que todas y todos estamos de acuerdo. En cuanto a si nuestros concejales están preparados para hablar en público, hasta a mi me costó, pasaba unas vergüenzas terribles. Igual estaría bien organizar cursos para aumentar las capacidades comunicativas. Lanzo la idea (risas).
"Todo el Presupuesto se ha visto alterado para buscar recursos con los que atender a los colectivos que más lo necesitaban"
"Teníamos hechos los deberes de forma conjunta y reitero mi convicción de que el Ayuntamiento de Amurrio está en buenas manos"