- El 55,4% de los españoles tiende a evitar espacios cerrados cuando sale de casa, un 36,5% ha dejado de ir a bares y restaurantes, y un 32% alarga el uso de la mascarilla más allá de su vida útil. Así lo refleja una encuesta sobre situación, valoración y percepción vinculada a la covid-19 elaborada en toda España por la Universitat de València.
El estudio, basado en 1.955 respuestas recogidas del 23 de septiembre al 14 de octubre, refleja que solo un 13,1% afirma que su comportamiento es el mismo que antes, y solo un 12,5% no tiene ninguna restricción al salir. Por el contrario, un 43,8 % afirma que ha reducido el número de personas con las que se relaciona, y un 37,6 % asegura que solo se relaciona con un entorno más próximo.
Además, un 55,4% afirma que suele evitar espacios cerrados cuando sale de casa; un 22,1% indica que solo elige espacios abiertos, y un 10% sostiene que puede optar por espacios cerrados siempre que haya buena ventilación.
La encuesta refleja también que, antes del primer estado de alarma, todo el mundo se reunía al menos una vez por semana en algún bar o restaurante (solo un 5,5% no lo hacía), pero ahora un 36,5% señala que evita ir a bares y restaurantes, aunque hay un 51,5% que lo hace una o dos veces por semana en caso de que esté permitido por las autoridades sanitarias.
Respecto al temor ante la posibilidad de contagiarse de coronavirus, el 27% afirma que sale de casa con normalidad, pero con algún temor; el 19,6% manifiesta que no tiene miedo, pero solo sale a realizar tareas básicas, y quienes aseguran que salen con normalidad y sin ningún temor suponen el 14,7%.
Sobre la posible alteración en las horas de descanso, un 29,9% afirma que duerme peor que antes del inicio de la crisis, mientras que un alto porcentaje (64,7%) no ha visto afectado su sueño, y se cifra en el 5,4% quienes duermen mejor.
En cuanto al uso de medidas profilácticas para no contraer el virus, la medida utilizada por excelencia es la higiene de manos (un 62,3%) y destaca también el uso de la mascarilla, sobre la que el 40,2 % afirma que la cambia con asiduidad tras su vida útil. No obstante, un tercio de la población, el 32,3 %, confiesa que la reutiliza más de lo que debiera.