- Con una pandemia que se ha cobrado en Euskadi más de 2.330 vidas, el Gobierno vasco está decidido a seguir actuando con determinación por eso va a prorrogar el decreto del pasado 6 de noviembre que establece el cierre de toda la hostelería y adelanta el toque de queda. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, confirmó ayer que las nuevas medidas se prolongarían quince días más, aunque posteriormente el Ejecutivo de Urkullu matizó que se alargarán hasta el 10 de diciembre, -pasado el puente de la Inmaculada-, pero que el LABI volverá a reunirse antes. "En próximas reuniones analizaremos si tenemos que tomar otras medidas, o modificar las actuales", precisó la consejera de Salud. Y todo ello porque la situación epidemiológica continúa siendo grave. "Vamos bien pero no estamos bien", resumió Sagardui.
A su juicio, las restricciones se prolongan porque funcionan. "Las medidas dirigidas a disminuir la movilidad y reducir al máximo los contactos sociales están surtiendo efecto. Son adecuadas y proporcionadas dada la gravedad de la situación epidemiológica", estimó. "Hemos visto que no es necesario aumentarlas, pero sí es necesaria la prudencia para no rebajarlas. Por eso se prorrogan las medidas del decreto del 6 de noviembre durante 15 días más en los mismos términos. Se hará en un nuevo decreto con un artículo único que entrará en vigor el sábado día 21", explicó.
Y es que evitando a toda costa tener que recurrir al confinamiento general, en Euskadi las restricciones han sido progresivas. Así se ha optado por medidas muy expeditivas como el cierre perimetral, el toque de queda o la clausura de la hostelería. El sábado 7 de noviembre también se cerraron los establecimientos de juegos y apuestas, se limitaron las actividades socioeconómicas desde las 21.00 horas en todos los locales comerciales y actividades culturales, y se suspendieron las actividades deportivas en grupo.
Osakidetza está empeñada en no bajar la guardia dado que los expertos advierten de los peligros añadidos de unas fiestas eminentemente sociales como las de Navidad. Consideran además que situar la Navidad en el horizonte repite el error de la desescalada exprés del verano.
En este sentido, la titular de Salud no quiso entrar a valorar las decisiones que se adoptarán sobre las fiestas navideñas. "Tenemos que ir viendo la situación en cada momento. En el Consejo Interterritorial se decidió estudiar un paquete de actuaciones conjuntas entre las comunidades para celebrar esas fechas con la máxima seguridad posible". "Dado que hay una continua monitorización de las medidas, en cualquier momento se podrían levantar sin tener que apurar los plazos del decreto", aclaró.
El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria también se pronunció ayer sobre la Navidad, y aseguró que va predicar con el ejemplo. "En nuestra familia hemos decidido que no nos vamos a reunir, solo los de casa, y que no vamos a ir a visitar a la familia. Tampoco vamos a salir el 24 y el 31 de diciembre a hacer ese poteo con los amigos, y no vamos a hacer comidas o cenas con amigos. Es una decisión personal", resaltó.
Para concienciar del momento tan delicado que atraviesa la pandemia, Sagardui presentó una campaña de sensibilización bajo el lema Manos, mascarilla, distancia. Todas y todos sabemos cómo evitarlo. "Las instituciones vascas nos hemos unido para lanzar una campaña que sirva para combatir posibles situaciones de relajación. La campaña recoge imágenes de una UCI de Osakidetza porque una imagen vale más que mil palabras y hemos optado por que se vea qué puede provocar la enfermedad en nosotros mismos, en otra persona y en el sistema de Salud. Queremos incidir en la responsabilidad individual y colectiva". En fotos y vídeos, de gran crudeza, se ve cómo varios sanitarios mueven e intervienen a una persona intubada y monitorizada. La consejera precisó que es muy difícil dibujar escenarios porque "el comportamiento del virus depende de cómo seamos capaces de parar su expansión". "Dependerá de la incidencia de transmisión, de la ocupación de camas UCI, y de la tasa de positividad que se registre", matizó.
Por su parte, Zupiria destacó que existe "una gran presión" en los hospitales y en las UCI, una situación que conlleva "tener mucha gente grave y que se retrasen los cuidados de otro tipo de enfermedades, lo que demuestra la gravedad de la situación". Zupiria aseguró que la actual situación "no es más leve" que la de marzo, y recordó que a aquella situación se superó a través del confinamiento domiciliario. "Ahora la situación es diferente, porque las fábricas y los colegios están abiertos, podemos salir a la calle, podemos hacer actividad y podemos ir a eventos culturales. ¿Qué es lo que queremos?, ¿volver a la situación de marzo? El Gobierno vasco no, y por eso hemos adoptado estas medidas", afirmó.
781,58 casos
Euskadi suma 781,58 casos por 100.000 habitantes acumulados en 14 días. Gipuzkoa se mantiene por encima del millar, con 1.013,81 casos, mientras que Bizkaia y Araba están por debajo de la media vasca, con 689,59 y 534,50. El miércoles se detectaron 1.069 nuevos contagios, lo que supone una tasa de positivos del 7,2%.
Gobierno vasco, diputaciones forales, ayuntamientos de las tres capitales y EUDEL, lanzan una campaña bajo el lema Manos, mascarilla, distancia. Todas y todos sabemos cómo evitarlo. Con imágenes de una UCI busca combatir la posible relajación recordando que "esta enfermedad puede llegar a causar la muerte".