- En la concentración de ayer a las once de la mañana frente a las puertas del HUA Txagorritxu para reclamar “soluciones urgentes” en la sanidad pública vasca que “ayuden a paliar las graves carencias”, además de trabajadores sanitarios, también reunió a personal de limpieza, cocinas, cafeterías y ambulancias.

Este último caso era el de David Nunes, delegado de ELA en el transporte sanitario colectivo. Como explicaba a este diario, en su caso lo hacía por varios motivos: “Estamos trasladando al 100% a pacientes que van de cinco en cinco en la ambulancia. Es curioso que mientras en la ambulancia van a escasos centímetros, arriba, cuando suben a rehabilitación, no pueden sentarse juntos, porque las sillas están marcadas. Aparte, los trabajadores estamos con una PCR que nos hicieron hace ya dos meses. Y el protocolo nos marca que si después de un traslado, nos notifican que ese paciente ha sido positivo, el resto de pacientes se pone en cuarentena, pero el personal sanitario que le trasladaba, rellena un formulario y reza para que no tenga síntomas porque sigue trabajando. Y no se cubren bajas al 100%”.

Nunes también pone el ejemplo de los pacientes que van a rehabilitación y que viven en un pueblo, “cuando aparcan en una calle y se les recoge donde han estacionado, para llevarlos a rehabilitación. O la semana pasada tuvimos un positivo de covid que cuando se le trasladaba a su domicilio, nos indicaron que le dejáramos en otra localidad donde tenía su coche para que fuera en él, en su propio vehículo. Con ello se pone en riesgo a nosotros y a mucha más gente”.

Como soluciones, propone restringir los traslados, “porque hay muchos que se podrían evitar. También queremos más distancia de seguridad, pruebas, un protocolo eficaz, para que no seamos un vector de contagio y, evidentemente, que si somos un servicio esencial, tiene que ser público al 100%”.