- Los trabajadores de las empresas subcontratadas por Osakidetza en los sectores de la limpieza, las ambulancias y los comedores y cafeterías se concentrarán mañana en las tres capitales de la CAV para reivindicar "una sanidad pública, universal, de calidad y prestada de forma segura y con condiciones de trabajo de dignas". En el caso de Gasteiz, la protesta tendrá lugar a las 11.00 horas frente al HUA-Txagorritxu.

Así lo anunciaron ayer los sindicatos ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK, que adelantaron además que no será la única protesta inminente de este colectivo tan diverso y que congrega a miles de trabajadores, muchas de ellas mujeres, en la CAV. No en vano, éstos están llamados a participar también en la manifestación convocada para este próximo sábado 3 en Bilbao por los sindicatos de Osakidetza. "También somos personal sanitario", justificaron ayer las centrales, en representación de la plantilla subcontratada.

"Llevamos tiempo denunciando la situación estructural de absoluta precariedad que padece nuestro sistema sanitario tanto en el ámbito del personal de Osakidetza como en el de las subcontratas. La sobrecarga de trabajo, la falta de medios, la eventualidad, la parcialidad en la contratación y la falta de medidas de seguridad es un problema estructural de nuestro sistema sanitario", apuntaron los representantes de los trabajadores. Ahora que Euskadi atraviesa por la segunda ola de la pandemia, las centrales recordaron que este hecho "agrava aún más el problema de falta de medios".

Los sindicatos denunciaron que "la situación se recrudece aún más" cuando, como es el caso, "determinados servicios se ponen a disposición de manos privadas". "Convertir en objeto de negocio una parte del sistema sanitario significa que las empresas que los gestionan estén más preocupadas en optimizar sus beneficios que en garantizar un empleo y un servicio seguro. Si en el ámbito del personal de Osakidetza la falta de medios es un hecho, el problema se agrava en nuestros sectores. Durante la pandemia, la falta de medidas de seguridad ha llevado a poner en riesgo la salud de las plantillas, de los usuarios y de nuestras familias", apuntaron.

Según denunciaron las centrales, la pandemia "ha puesto en evidencia que la salud de las personas no puede ser objeto de negocio ni estar a merced de intereses privados". También, a su juicio, "quiénes somos los que prestamos los servicios esenciales, los que en una situación de extrema dureza hemos estado en primera línea".